Crónica de la charla celebrada el lunes, 19 de noviembre, con motivo de la XVI Semana Cultural Libertaria.
El lunes 19 tuvo lugar la charla sobre revueltas e intervenciones en el mundo árabe, a cargo Alberto Cruz, miembro del Centro de Estudios Políticos para las Relaciones Internacionales y el Desarrollo (CEPRID)
Alberto Cruz inició su exposición cuestionando la supuesta espontaneidad de las revueltas acaecidas en los últimos meses en el mundo árabe así como el que se hayan tratado de verdaderas revoluciones, ya que en ningún caso han supuesto cambios profundos a nivel socioeconómico ni de las clases dominantes, que en absoluto han cedido poder económico.
Tras lanzar está idea principal, realizó un exhaustivo recorrido por prácticamente todos y cada uno de los países donde se han dado los sucesos principales.
Explicó que el régimen surgido del “cambio” en Túnez ha adoptado medidas y legislaciones privilegiando las élites dominantes.
En el caso de Egipto indicó la existencia más que evidente de compra de votos y fraude electoral, favoreciendo la llegada al poder de los Hermanos Musulmanes en detrimento de una potente izquierda organizada y contestataria, que ha demostrado ser capaz de organizar revueltas y huelgas en las principales ciudades, zonas fabriles y portuarias, clave de la economía del país. A esta izquierda, con resultados similares a los de los Hermanos Musulmanes en las elecciones, se le ha apartado del poder debido a su rechazo frontal a las políticas del FMI, a su nacionalismo socialista (de corte Nasserista) y a su postura de rechazo de la política de paz con Israel sumisa a los intereses de EEUU.
En esta línea, explicaba Alberto Cruz, los Hermanos Musulmanes se afanan en reprimir el importante movimiento sindical y huelguista en el país mediante la prohibición de huelgas “políticas”, de la formación de sindicatos independientes y acompañando toda protesta en las calles con una brutal represión policial.
En Bahrein y Yemen señaló que se habían producido revueltas populares con componente religioso, (por parte de la mayoría de población chiita contra gobiernos de la minoría sunnita), habiendo sido éstas reprimidas violentamente incluyendo la intervención de fuerzas militares de Arabia Saudí con apoyo de occidente y habiendo sido silenciado en los medios de comunicación.
Expuso que en Libia la intervención militar occidental era, principalmente, fruto del inicio de una estrategia para desmantelar la presencia económica e influencia chinas en África, estableciendo el mando militar AFRICOM de la OTAN en este país para el inicio de operaciones futuras, posiblemente en breve en Malí.
En relación con la actual escalada de violencia en Palestina, Alberto Cruz indicó que se intentaba influir en la próxima renovación de la cúpula de Hamas, habiéndose iniciado la espiral de violencia por el asesinato “selectivo” del principal mando militar de Hamas, acusando al Emir de Qatar de haber llevado relojes como obsequio en su reciente visita que habrían servido para la localización y eliminación de este dirigente de Hamas. En las recientes elecciones municipales que fueron boicoteadas la más dócil Fatath había sufrido en Cisjordania una derrota electoral.
En Siria, según explicó, las revueltas iniciales habrían tenido su origen en el campo por las políticas del régimen de Assad, primando la venta de tierras del Estado a terratenientes tras el reciente hundimiento del campo por sequía de años previos. A esa situación se le suma el hundimiento del sector de la construcción en las ciudades debido a la retirada intencionada de inversiones saudíes, con objeto de favorecer el descontento social como caldo de cultivo para, a posteriori, iniciar la estrategia de introducir grupos armados salafistas. Indicaba Alberto que el salafismo se trata de una doctrina reaccionaria de ultra-ortodoxa interpretación del Islam y de rechazo de la influencia cultural occidental. Esta doctrina es financiada, armada y potenciada activamente por Arabia Saudí en todos los países mencionados.
En otro orden de cosas, Siria es el tradicional aliado de Hamas y Hezbolá en la zona, por lo que no se le permitiría el desarrollo de un calendario de reformas pacíficas como había propuesto el régimen de Assad. Sin embargo Rusia no permitirá la caída de Assad.
Tanto en la exposición como en el posterior debate con el público, se debatió ampliamente el papel de EE.UU y de las monarquías petroleras del golfo, siendo Alberto Cruz de la opinión de que los principales actores locales en la zona son actualmente Arabia Saudita y Qatar, habiendo desbancado la estrategia estadounidense, si bien está se ve beneficiada tras el colapso de sus planes originales en la zona. La estrategia inicial estadounidense se vio derrotada y limitada en la zona tanto por la resistencia iraquí en 2003, como por la derrota de Israel en la guerra de Líbano de 2006, surgiendo de estos sucesos Turquía y Arabia Saudita como principales actores regionales.
Por último, se analizo también el papel de Turquía, que tras haberle sido cerradas las puertas a la U.E, había girado sus políticas en la zona rompiendo relaciones con Israel. Alberto Cruz indicó que después de la amenaza de intervención y complot de los militares turcos (pro-estadounidenses) auspiciada por EEUU, se había reconducido de nuevo su política aceptando el escudo anti-misiles, reanudado relaciones con Israel, e incluso apoyando a los grupos armados que intervienen en Siria, con quien hasta ahora había tenido relaciones amistosas. Estas políticas, sin embargo, se han traducido en Turquía en una gran oposición social a la política turca en Siria, así como en un gran auge de los partidos de izquierda.
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