El pasado 4 de noviembre, diversos colectivos e individualidades de Valladolid se concenraron frente a la academia de caballerÃa de la ciudad para manifestar un enérgico rechazo a la presencia de la OTAN y sus maniobras en nuestra ciudad y el resto del estado.
Al rededor de las 20:00h. y a pesar de la lluvia, un centenar de personas se concentraron frente a las instalaciones militares, portando diversas pancartasy coreando consisgnas anti OTAN y anti militaristas. El acto terminó con la lectura del siguiente manifiesto:
MANIFIESTO
Una vez más nos vemos obligados y obligadas a movilizarnos frente a una amenaza que conocemos demasiado bien. En octubre se realizan en nuestra ciudad las maniobras de guerra de la organización más criminal del planeta: la OTAN. No es la primera vez que le hacemos frente y no será la última. Valladolid y sus gentes atesoran una larga tradición de lucha contra la OTAN y sus bases militares.
Mientras los generales presumen del mayor despliegue militar en suelo europeo desde el desembarco de NormandÃa, los que nos gobiernan nos hablan de seguridad y democracia. Nos dicen que su maquinaria de guerra está lista para garantizar derechos y libertades frente a amenazas terroristas y dictaduras tiránicas. Nada de eso oculta que son ellos los que nos arrebatan conquistas sociales en nombre de un sistema económico injusto.
La OTAN se creó para ser el brazo armado de un régimen que nos somete a la dictadura de los mercados. Un mundo donde los privilegios de unos pocos se anteponen a los derechos colectivos es un mundo en el que no cabemos todos. Los y las que estamos aquà hoy nos negamos a aceptar la vida de miedo y miseria que nos imponen y estamos dispuestos a gritar, a pelear y a salir a las calles hasta enterrar en las más ignominiosas páginas de la historia a los sicarios del imperio.
Nos dijeron que la OTAN era necesaria para protegernos de la invasión soviética. Sin embargo, desde que el fantasma de la amenaza despareció los criminales del mal llamado Atlántico Norte no han parado de hacer la guerra, de masacrar y expoliar pueblos, de desestabilizar paÃses y regiones. Eso es lo que hacen, instaurar el caos allá donde sus intereses económicos están en juego.
Cuando sus bocas pervierten palabras como libertad, democracia y derechos humanos, nosotros y nosotras recordamos a miles y miles de inocentes que han muerto bajo sus bombas. Recordamos salvajes bombardeos sobre cadenas de televisión y trenes de pasajeros en Yugoslavia. Nos llena de rabia la invasión de Afganistán, donde decenas de aldeas han sido masacradas por aviones teledirigidos y miles de personas han sido asesinadas y torturadas. En Libia los ejércitos de la OTAN colaboraron en el asesinato de de miles de personas a las que supuestamente iban a proteger.
Algunos miembros de la Alianza desarrollan unilateralmente aventuras imperialistas confiando en el apoyo de eso que llaman comunidad internacional. Todos y todas sabemos que los Estados Unidos, Gran Bretaña y España destruyeron Irak para conseguir un puñado de pozos de petroleo. Francia no dudó en invadir Mali para controlar las minas que suministran Uranio a sus centrales nucleares y recientemente ha amenazado con declararle la guerra a Siria.
Son estos ejércitos criminales los que pondrán a prueba sus capacidades durante las maniobras Trident Juncture en Zaragoza, en Madrid, en Valencia, en AndalucÃa, también en Italia y en Portugal.
La OTAN nada tiene que ver con la seguridad o la protección de ningún pueblo. Esta organización terrorista no es más que un apéndice de los intereses de una pequeña elite y de los delirios del predominio imperialista norteamericano. Mientras tanto Europa y sus estados miembros obedecen como buenos vasallos. Como ejemplo de esta servidumbre, el gobierno español ha ampliado la cesión de la base de Morón de la Frontera para albergar permanentemente a 3.000 marines listos para ser desplegados en à frica, el Mediterráneo y Europa del Este, y ha consentido la instalación de una base antimisiles en Rota. Estas son, precisamente, el tipo de agresiones que practicarán durante las maniobras del mes de octubre en nuestras ciudades.
No necesitamos marines en nuestros pueblos. Llevamos tiempo asistiendo a la creciente militarización de las ciudades y territorios en los que vivimos. Una vez más es hora de que mostremos un rechazo contundente a la normalización de tanta presencia militar. También es hora de negarnos a que utilicen parajes naturales como campo de pruebas para sus municiones de uranio empobrecido que contaminan suelos y acuÃferos causando enfermedades y malformaciones.
Y nuestra ciudad, Valladolid, no es ajena a este entramado militar nacional e internacional: en ella hay una escuela de cómo matar como es la Academia militar de CaballerÃa; un aeropuerto militar en Villanubla donde, por cierto, realizan entrenamientos escuadrones de paracaidistas de la OTAN; numerosos cuarteles y agrupaciones militares como la base militar «El Empecinado» en Santovenia de Pisuerga a tan solo ocho kilómetros de Valladolid, donde está radicada una parte de la BRILAT, agrupación militar que estos dÃas participa activamente en las maniobras «Trident Juncture 2015» de la OTAN en España, y el cercano Campo Nacional de Tiro y Maniobras de Renedo y Cabezón de Pisuerga, que incluye un campo de maniobras urbano contra guerrillas que reproduce una ‘aldea afgana’; está la sede la Subinspección General Noroeste en la Plaza de San Pablo con misiones en Afganistán y LÃbano, la Agrupación de Apoyo LogÃstico nº 61, que incluye el Acuartelamiento «La Rubia» con su Jefatura y Plana Mayor, dedicada al Abastecimiento y al Mantenimiento de material de guerra y que tiene un destacamento con un polvorÃn en Sardón de Duero; el Regimiento de CaballerÃa de Reconocimiento «Farnesio» 12 con misiones en LÃbano, Kosovo, Irak y Bosnia; el Grupo de CaballerÃa de Reconocimiento «Santiago» VII en Santovenia de Pisuerga con misiones en Afganistán; o el Acuartelamiento «Teniente Galiana».
Estas misiones internacionales se desarrollan en muchos casos -es evidente-, en territorios duramente castigados por la OTAN. Y estas agrupaciones militares están preparadas para participar como miembros del ejército español, en la estructura y despliegue de la propia OTAN en el mundo.
El ejército realiza frecuentes ejercicios de maniobras en nuestros pueblos, como por ejemplo en Piña de Esgueva, en Villanueva de los Infantes, donde en el desarrollo de unas maniobras en 2003 se estrelló un helicóptero militar, o las constantes maniobras y ejercicios con tiro real de tanques y explosiones que han denunciado los vecinos de Santovenia, Cabezón y el propio Valladolid por los sobresaltos que causan, la última vez el año pasado.
A esto hay que sumar la muchas veces denunciada colaboración de las universidades públicas con el Ministerio de Defensa y sus ejércitos, en este caso de la Universidad de Valladolid, en investigación, jornadas, cursos universitarios o convenios como el suscrito con el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional
Tampoco falta industria militar: en el Parque Tecnológico de Boecillo está radicada Aries Estructuras Aeroespaciales (Aresa) que fabrica distintas piezas y componentes de aviones militares, y también en Boecillo está una fábrica de drones, filial de la empresa armamentistÃca israelà Aeronautics Enterprise Systems. Y no nos olvidamos de la fábrica de munición de guerra en Palencia, ahora propiedad de la noruega Nammo.
Por último, el ejército ocupa periódicamente nuestras calles con motivo de la Semana de las Fuerzas Armadas y otros eventos exhibiendo sus herramientas de muerte, con especial insistencia ante niños y niñas, banalizando e intentando que se acepten las soluciones militares a los conflictos.
El movimiento antimilitarista en nuestra ciudad siempre denunció la presencia militar en nuestra ciudad y el papel de la OTAN. Baste recordar la creación del Comité Anti-Otan de Valladolid en 1982; las enormes acciones de protesta en mayo de 1984 cuando se celebró el DÃa de la Fiesta Nacional precisamente aquÃ, en el Paseo de Zorrilla, protestas que acabaron con más de doscientas cincuenta personas en dependencias policiales, dÃas en los que se realizó la gigantesca pintada “OTAN NO†en el edificio Duque de Lerma, luego repintada en 1986; y, por referirnos a la última acción, la gran manifestación en 2012 contra la celebración de los actos del DÃa de las Fuerzas Armadas en Valladolid.
PolÃticos y militares repiten que la presencia de la OTAN y de los Estados Unidos nos aporta estabilidad y prosperidad, pero rechazamos el falso bienestar que se ha construido sobre la sangre de millones de vÃctimas. Tampoco necesitamos que nos protejan de enemigos que ellos mismos han creado. Lo que necesitamos es que dejen de financiarlos y armarlos para crear inestabilidad en las regiones ricas en recursos naturales.
Su democracia no es nuestra democracia. Aquà y ahora les decimos que no queremos ser cómplices de sus masacres. Que sus guerras no son las nuestras porque la única lucha legÃtima es aquella que se libra por la paz y la libertad con justicia social. Nuestra lucha no se basa en la codicia y las ansias de dominio, sino que se alimenta de la solidaridad con nuestros iguales, con aquellos cuyas vidas sufren la continua amenaza, no solo de los que nos explotan y nos gobiernan, sino de aquellos que esgrimen la genocida responsabilidad de protegerlos.
Por todo ello, manifestamos que también Valladolid es un territorio de resistencia frente a la barbarie del imperialismo. No queremos sus maniobras ni aquÃ, ni en ninguna parte.
Hoy como ayer:
OTAN NO
BASES FUERA
Colectivos antimilitaristas de Valladolid con
Plataforma Anti-OTAN de Zaragoza
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