Todo lo que no quieren que sepas de la “Ordenanza Mordaza” de Valladolid… camuflada ahora como “de Protección del Medio Urbano”. – Un documento de la Plataforma Ciudadana en Defensa de las Libertades (Valladolid)
- ¿Sigue siendo la nueva ordenanza municipal una “ordenanza mordaza”? Sí
- ¿Son legales las “ordenanza mordaza”? Sí, pero con polémica
- ¿Esta “ordenanza mordaza” es continuadora de la ordenanza antisocial del PP, aunque nos digan que en ella todo ha cambiado? Sí
- ¿Han desaparecido algunas prohibiciones de la ordenanza? Sí, pero maticemos
- ¿Hay nuevos artículos o modificados con contenido positivo? Sí, pero de mínima trascendencia
- ¿Realmente esta ordenanza ha eliminado todos los contenidos declarados ilegales por los tribunales? No
- Vamos al grano… Esta “ordenanza mordaza”, ¿qué regula?
- Pero, ¿concretando…?
- Bien, ya tenemos los “bienes” protegidos por la “ordenanza mordaza”, ¿qué es entonces lo que se prohíbe en relación con ellos?
- ¿Y qué sanciones establece la “ordenanza mordaza” para estas actividades?
- Entendido, ¿y qué tipos de infracciones hay y qué sanciones suponen?
- Entonces, ¿qué actuaciones u omisiones están sancionadas por la “ordenanza mordaza”?
- ¿…pegatinas y carteles son sancionables? Sí
- ¿…y los folletos? Sí
- ¿…y las pintadas y murales? Sí
- ¿…qué acciones en la calle pueden sancionar? Muchísimas
- ¿Sentadas, concentraciones, asambleas y manifestaciones, ocupaciones temporales en la calle…? Sí
- Y determinadas conductas, además de ser perseguidas por la “ordenanza mordaza”, ¿lo puedes ser por otras normas? Sí
- ¿Hay contenido en la ordenanza que no afecta a los movimientos sociales? Sí
- ¿De qué depende la cuantía de la sanción que aplicarán? ¿Cuándo será de hasta 3.000, 1.500 o 750 euros?
- Pero hay más: la graduación de las sanciones puede aumentarse. ¿Cómo?
- ¿Quiénes serán las personas responsables de los actos sancionados?
- Te han sancionado. ¿Qué sucede a partir de ese momento?
- ¿Te pueden exigir reparar los daños que entiendan que has causado?
- Una pregunta: ¿puedo llegar a algún acuerdo para hacer trabajos sociales y reducir la cuantía de lo que me obligan a pagar por sanción o indemnización? Sí ¿Qué límites y riesgos tiene?
- ¿Y existe la posibilidad de pagar pronto y pagar menos? Sí ¿Tiene riesgos? Muchos
- Si me sancionaron con la anterior ordenanza y esta “nueva” me fuera más favorable, ¿se me aplica la “nueva”? No
Mostraremos, para empezar, todo aquello que los grupos municipales de “izquierda” del Ayuntamiento de Valladolid, es decir, PSOE, Toma la Palabra Valladolid (IU, Equo e Izquierda Castellana) y Sí se Puede, nos quieren ocultar, tratándonos como menores de edad políticos, para que aceptemos acríticamente –e incluso entusiasticamente– la pervivencia de la ordenanza del PP de León de la Riva con el ropaje de “protección del medio urbano” pero sin que cambie ni un ápice su fundamentación y articulado represor.
Se puede hacer mucho contra las ordenanzas mordaza. Se puede luchar. Y decimos ordenanzas y no ordenanza en singular porque no luchar contra la de Valladolid es luchar contra todas ellas pues lo que debe atacarse frontalmente es la legitimidad de su habilitación legal a través de la Ley Reguladora de Basas de Régimen Local. Se trata de atacarlas por sus muchos puntos débiles.
Si las “ordenanzas mordaza” han merecido escasa atención a sus funciones simbólicas y tácitas, legítimas e ilegítimas, sobre la sociedad, por considerarlas normas menos represivas que las penales o la “Ley Mordaza” hay que luchar, entre otros muchas objetivos, por desmontar las categorías o estereotipos sociales a reprimir que crean para autojustificarse; desmontar el discurso e ideología del “orden público” y de la “tolerancia cero” sobre el que descansan; combatir la exageración en la percepción subjetiva de los daños alimentada por discursos demagógicos de políticos, lobbies y medios de comunicación; impedir que se creen chivos expiatorios a los que aplicar injustamente estas ordenanzas; hacer ver a especialistas en derecho lo injusto de estas normas y ganárnoslos; no permitir que desincentiven en la población el legítimo ejercicio de derechos fundamentales por temor a sanciones; denunciar su uso como instrumento de ocultación de los conflictos sociales; desenmascarar que estas “ordenanzas mordaza” a menudo sirven a derecha e izquierda para satisfacer demandas de pretensiones autoritarias; mostrar la amenaza explícita que supone la aplicación de estas “ordenanzas mordaza” por cuanto implican la suspensión de facto de derechos fundamentales al impedir o sancionar su ejercicio; anunciar la posibilidad de que estas normas sean un paso más en una escalada represiva y de “excepcionalidad”; y, por último, como organizaciones sociales, no caer en la trampa de que la burorrepresión o la represión directa genere tendencias a volcarse en la seguridad y abandonar formas horizontales de organización, así como impedir que las “ordenanzas mordaza” tengan efectos desmovilizantes en el interior de las organizaciones sociales.
Para ello, lo primero es organizarse.