El pasado 22 de agosto nuestro compañero Agustín regresó a su puesto de trabajo del cual fue despedido el día 6 de julio.
El motivo de este despido fue el habitual para tantos/as compañeros/as de la CNT: defender los derechos de los/as trabajadores/ras, reclamar la información necesaria en el puesto de trabajo y tener la osadía de hacerlo desde una sección sindical de CNT la cual resulta siempre molesta para la empresa y sus socios del comité; los comités de empresa es uno de los mecanismos desde donde los sindicatos oficiales vende una tras otra las conquistas obreras las cuales son patrimonio de todos/as los/as trabajadores/ras y no una moneda de cambio para la obtención de beneficios y privilegios de unos pocos jetas.
En el despido del compañero desde el primer momento la dirección de la empresa depositó en el juzgado 7.300 euros en concepto de indemnización, reconociendo así la improcedencia del despido y la falsedad de los motivos alegados: baja producción, mala calidad en el trabajo realizado por el compañero así como su continua negativa a acatar las órdenes de la empresa.
La respuesta inmediata del sindicato de Valladolid fue dirigirse a la dirección de la imprenta MAAS, S.L. Para exigirle la reincorporación inmediata del compañero a su puesto de trabajo comunicándoles que el motivo real del despido no era otro que la pertenencia del trabajador a la CNT y la labor sindical realizada por nuestra sección en la empresa durante más de un año. Dejamos claro a la empresa que sólo habría una solución para el problema que ellos mismos se habían creado: la readmisión del compañero y el respeto a la sección sindical de la CNT.
Ante el silencio de la empresa la máquina de solidaridad y apoyo que es el sindicato se puso en marcha. Desarrollamos una campaña de propaganda del conflicto en distintos ámbitos: nos dirigimos a los/as compañeros/ras del despedido; a las cuatro empresas asociadas con MAAS, S.L. En el grupo Dinamia y a sus trabajadores/ras; al conjunto de trabajadores/ras del Polígono Industrial donde se ubica la empresa; a los vecinos de la Dirección y miembros que forman el Comité de Empresa; a la ciudad en general. La información se realizó mediante carteles, pancartas, panfletos, pegatinas, etc., asimismo nos dirigimos por carta a los clientes, proveedores y distribuidores de la empresa comunicándoles la falta de respeto a los derechos laborales por parte de MAAS,S.L.
Se realizaron dos concentraciones a la puerta de la imprenta los días 26 y 27 de julio en las cuales solidariamente varios compañeros del transporte decidieron no entrar a cargar ni descargar en apoyo al despedido. Durante las concentraciones repartimos información a los/as trabajadores/ras e intercambiamos opiniones con la dirección sobre comportamientos apropiados o no en el siglo XXI, en el transcurso de las concentraciones estuvimos acompañados por la Guardia Civil y la policía secreta que en todo momento “velaron por que se cumplieran los derechos de los/as trabajadores/as”.
Al día siguiente de las concentraciones, el 28 de julio en el acto de conciliación la empresa tuvo la célebre idea de ofrecer al compañero 600 euros más (ya teníamos 7.900 euros) de indemnización pretendiendo con tan irrisoria cantidad comprar los derechos del trabajador, su dignidad y acallar al sindicato.
Durante el mes de agosto la actitud de la empresa siguió siendo la de ignorar las demandas del trabajador, aún así en este periodo de tiempo el compañero Agustín fue objeto de muestras de solidaridad por parte de personas anónimas, a las cuales agradecemos el apoyo recibido. Esta solidaridad y la continua presión del sindicato forzó a la empresa a solicitar una reunión con el sindicato a través de unos compañeros que se encontraban en la puerta de la empresa repartiendo “El Tintero Rojinegro”, órgano de expresión de la sección sindical comunicándonos que estaban dispuestos a hablar de readmisión y buscar una solución al conflicto.
En esta primera reunión mantenida entre la dirección de la empresa y una delegación del sindicato la empresa nos ofreció 12.000 euros de indemnización por el despido o bien la readmisión del compañero pero con unas condiciones que resultaban inadmisibles:
– La desvinculación del compañero Agustín de la CNT
– El cese de cualquier actividad sindical por parte del trabajador.
– Respondiera económicamente de todos los intereses dañados a la empresa.
Destacamos la insistencia de la empresa como parte de su estrategia pretender negociar a solas y exclusivamente con el trabajador; nuestra postura fue tajante, el conflicto lo tenían con el sindicato (el compañero presenta el conflicto, el sindicato lo asume, la asamblea junto con el compañero marcan la acción sindical, el sindicato la lleva a cabo).
La pretensión de la empresa en querer vincular y responsabilizar a la CNT de los actos de solidaridad anónima que recibió el compañero provocó que el sindicato tildara estas afirmaciones de gratuitas; así como el sindicato aclaró a la empresa que desconocía dichas acciones y las rechazaba como propias. Ante la reiteración de la empresa sobre este asunto la delegación del sindicato manifestó a la dirección de la empresa que en nuestra opinión todas esas acciones las había realizado la propia empresa para dañar la imagen del sindicato, aclarándoles que el único violentado del que teníamos conocimiento era nuestro compañero privado de su sustento económico y su estabilidad emocional al verse despedido por reclamar sus derechos y los/as sus compañeros/as.
Tras esta reunión se realizó una asamblea en el sindicato para tratar las propuestas de la empresa. Asamblea en la cual el compañero tras un intenso debate decidió no aceptar ambas ofertas: Ni la económica 12.000 euros y el despido; ni la readmisión en esas condiciones las cuales castigaban y castraban su labor sindical y le imponían renunciar a sus ideas.
El sindicato acuerda hacer una contraoferta a la empresa, en dicha propuesta se rechaza el dinero y se exige la readmisión del compañero respetando sus condiciones laborales y su actividad sindical desde CNT.
En la segunda reunión que el sindicato mantuvo con la empresa esta se empeñaba en que aceptáramos la oferta económica ya que no entendían que el trabajador la rechazara insinuando que era el sindicato quien estaba impidiendo un arreglo entre empresa y trabajador. Ante el desacuerdo de las partes la empresa nos solicita que esperáramos y aceptáramos la futura decisión de un juez pidiéndonos que respetáramos la “paz social”.
En el transcurso de dicha reunión la delegación del sindicato aclara a la empresa todas estas cuestiones:
Que la delegación en representación del sindicato transmite la determinación y voluntad del trabajador de volver a su puesto de trabajo del cual no debió ser despedido así como exigir a la empresa su derecho a la libertad sindical como única vía de solución al conflicto.
Que para la CNT un juez es lo mismo que un jefe pero con distinto traje, por lo cual no dejaríamos los derechos de nuestro compañero en manos de nadie y que continuaríamos haciendo todo lo que estuviera a nuestro alcance para solucionar este conflicto laboral de forma favorable al trabajador.
Que quien había roto la tan cacareada “paz social” es la patronal ninguneando los derechos de los/as trabajadores/as tratando sin respeto a los/as obreros/as; se les aclaró que el término de “paz social” se lo fueran a plantear a CC.OO. y U.G.T y demás caterva, que nosotros éramos la Confederación Nacional del Trabajo (ante esta afirmación el abogado de la empresa allí presente se sonrió por la cual la delegación le espetó que el que ríe el último ríe mejor).
En esta segunda reunión la empresa insistió en que nos responsabilizáramos de todos los daños económicos y de imagen que había sufrido se les aclaró que de seguir insistiendo en esto lo único que podría suceder es que el conflicto se agudizaría.
La reunión concluyó sin ningún acuerdo comprometiéndose la empresa a comunicarnos su respuesta definitiva a nuestra oferta por vía telefónica al día siguiente.
En la fecha acordada contactó con el sindicato manifestando estar dispuesta a la readmisión del compañero permitiendo su actividad sindical pero insistía en la reparación de todos los daños. Actitud por la cual el sindicato le responde que rompíamos la negociación y por lo tanto el conflicto seguía abierto.
Durante esta conversación la empresa reitera su intención de hablar con el trabajador directamente ya que no quería dar credibilidad al sindicato. El compañero llama por teléfono al jefe media hora después y se reafirma en lo expuesto por el sindicato es cuando finalmente la empresa cede y se llega a un acuerdo que satisface a ambas partes y pone fin al conflicto.
Términos del acuerdo alcanzado:
Por parte de la empresa:
– La empresa abonará los sueldos del compañero desde el día del despido hasta su readmisión.
– La empresa anulará el despido y la correspondiente baja en la Seguridad Social, respetando su puesto de trabajo, funciones, categoría, antigüedad, vacaciones, etc…
– La empresa se compromete a respetar la información colocada en el tablón sindical así como la actividad que venía desarrollando la sección sindical.
– La empresa se compromete a no llevar a cabo ningún tipo de represalia o discriminación contra el compañero.
– Normalización de los turnos del trabajo del compañero.
Por parte del sindicato:
– El sindicato retirará todas las denuncias interpuestas en los juzgados.
– El sindicato pondrá fin a todas las acciones sindicales.
Para CNT de Valladolid esta victoria mediante la acción directa ha significado un antes y un después en cuanto nuestra forma de actuar dentro de las empresas . Esta es nuestra sección sindical y lo seguirá siendo por mucho tiempo. Ahora que los/as trabajadores/as de MAAS y del grupo Dinamia han visto como funcionamos nos toca a nosotros/as hacer de la CNT una alternativa real al margen de los comités de empresa.
Queremos agradecer a toda la Confederación el apoyo y la solidaridad mostrada durante este conflicto.
Salud y anarcosindicalismo.