Las recetas empresariales, por boca del presidente de la CEOE, son las de siempre: más contrarreforma laboral y moderación salarial, menos impuestos para las empresas y el capital y más beneficios empresariales, expulsión de inmigrantes…
Díaz Ferrán avisa de que la crisis se cobrará hasta 500.000 empleos en 2008 «si no se hace nada».
La CEOE dice que los próximos dos años «no son los mejores» para subir el SMI (Salario Mínimo Interprofesional) hasta 800 euros y pide al Gobierno que espere hasta 2010.
El presidente de la patronal (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, advirtió hoy al Gobierno de que, «si no se hace nada», la crisis del ladrillo se cobrará entre 400.000 y 500.000 empleos sólo este año.
Según los cálculos de la organización, el sector levantará este año entre 200.000 y 250.000 inmuebles menos que en 2007, por lo que, a razón de dos puestos de trabajo menos por cada una de estas viviendas, el impacto sobre el empleo será de hasta medio millón de puestos. Si bien, desde la CEOE se asegura que, tomando las medidas adecuadas, se podrá frenar la sangría.
Durante su intervención en el almuerzo-coloquio organizado por ABC y Deloitte, Díaz Ferrán aseguró que, de momento, el plan de choque para reactivar la economía y salvaguardar el empleo, aprobado en el último Consejo de Ministros, es «claramente insuficiente», por lo que demandó al Gobierno medias fiscales «valientes y agresivas».
Con todo, Díaz Ferrán confió especialmente en la capacidad de la obra civil y en el fomento de la rehabilitación para compensar, al menos en parte, el parón en el sector inmobiliario. En este sentido, instó al Gobierno a incrementar el gasto presupuestario en esta dirección argumentando que, aunque supondrá una cifra importante, «no se trata de un mordisco al presupuesto nacional», y que, por el contrario, si no se lleva a cabo, «el mordisco se lo va a dar el desempleo».
Asimismo, se refirió a algunas iniciativas gubernamentales tras considerar que las situación de los desempleados inmigrantes es «más compleja» que la de los españoles, al no contar, por ejemplo, con el apoyo de sus familiares.
En este punto, valoró la posibilidad apuntada desde el Ministerio de Trabajo e Inmigración de permitir a los inmigrantes capitalizar el total de su prestación por desempleo para regresar a su país. Al respecto, indicó que es una medida «peligrosa», ya que, según cuestionó de forma retórica, «¿quién sabe que no vuelven?».
La CEOE no quiere esperar
A la espera de que el Gobierno tome nota de sus propuestas, Díaz Ferrán dejó claro que la CEOE va a empezar a tomar sus propias medidas. Así, aseguró que los empresarios pondrán sobre la mesa del diálogo social la adopción decidida de un modelo de ‘flexiseguridad’, al estilo norteamericano, en las relaciones laborales, es decir, la apuesta por contratos «flexibles» y «seguros».
Así, el presidente de la CEOE llamó a acabar con el tradicional modelo de relación laboral en el que el trabajador ha venido desarrollando la mayor parte de su vida laboral en una misma empresa. En su lugar, abogó por adoptar otro en el que los empresarios puedan contratar «con la tranquilidad» de que sus plantillas serán flexibles para plegarse en los malos tiempos y en el que los trabajadores contarán con una mayor movilidad laboral.
Además, el presidente de la patronal se mostró más explícito que de costumbre y aseguró que, en realidad, «todos los contratos son temporales«, ya que hasta los indefinidos dependen de la marcha de las empresas. Por ello, sentenció que «hay que preocuparse de los beneficios de las empresas para que los puestos sean seguros» y que «los beneficios de hoy son los empleos del mañana».
Demorar el incremento del SMI
Asimismo, Díaz Ferrán se mostró partidario de mantener la actual tendencia de moderación salarial y, por el contrario, advirtió de que, en el actual contexto, sería un «desastre» el cumplimiento de la promesa electoral de incrementar el salario mínimo de 600 euros a 800 euros.
Sin embargo, tras declararse partidario de las promesas electorales cumplidas, solicitó que, al menos, se aplace esta actualización hasta 2010, una vez que se supere el actual periodo de crisis. «Estos dos años no son los mejores», preció para insistir en la necesidad de acometer el proceso de revisión de manera «racional», «lenta» y «pausada».
También pidió al gobierno una nueva rebaja del Impuesto de Sociedades, “que es más favorable para la reinversión que para el reparto de dividendos”, y la supresión de los impuestos de Patrimonio [ya anunciada por el Gobierno] y de Sucesiones y Donaciones.
Con vistas al futuro
Por otro lado, Díaz Ferrán se declaró «optimista» ante cualquier coyuntura, si bien, desde una perspectiva general, aseguró que la situación económica española es «cada vez más preocupante» y que la peor parte del estrangulamiento crediticio se la llevarán las familias, ya que, aunque el sistema financiero español es «planamente eficiente», «los intermediarios tendrán que transmitir el mayor coste de la captación de recursos».
Con todo, constató su compromiso de colaborar con el Gobierno y de mantener vivo el diálogo social con los sindicatos. Así, avanzó que «próximamente» mantendrá un encuentro con el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, y esperó tener con él un «entendimiento positivo».
Respecto a los sindicatos, Díaz Ferrán negó que la actual situación de crisis pueda suponer mayores dificultades a la hora de alcanzar acuerdos con los sindicatos y aseguró que éstos «son conscientes» de la nueva situación económica, por lo que, para los próximos años, auguró una «negociación sensata y coherente».
Por último, en el caso del sector turístico, el también presidente del Grupo Marsans auguró «buenos datos» en este ámbito, ya que, en sus previsiones, la crisis crediticia no llegará a afectar al turismo procedente de otros países. Además, aseguró que «una semana de vacaciones» es la segunda prioridad de gasto de los españoles, después de la vivienda, por lo que esperó que la crisis no alcance al turismo nacional.
* Noticia extraída de Kaosenlared