Las trabajadoras de SOLDELIM 2016, del sector de la limpieza, principalmente de limpieza de portales y escaleras en bloques de pisos, arrancaron con una huelga indefinida el pasado lunes 19 de junio. La huelga está planteada para la tercera semana de cada mes, con vistas a ampliar la frecuencia e incluso llegar a huelga indefinida total si no se da solución por parte de la empresa a las reivindicaciones de la sección sindical.
Las trabajadoras de la sección, acostumbradas al aislamiento debido a las condiciones particulares de su trabajo, que provoca que ni siquiera algunas compañeras se conozcan entre ellas porque no tienen que pasar por la oficina de la empresa y debido también a que trabajan en zonas distintas de la ciudad, decidieron a mediados de mayo unirse y organizarse formalizando una sección sindical para dar solución a los problemas que venían arrastrando desde hacía meses.
El principal motivo que las ha llevado hasta aquí, pero no el único, es el impago de varias mensualidades y la falta de respuestas y soluciones por parte de los dueños de la empresa, que ni siquiera se presentan a las reuniones convocadas en el SERLA (Servicio Regional de Relaciones Laborales), cosa que ya pasó el año pasado, pero se consiguió el pago de los salarios atrasados mediante comunicaciones con la empresa desde el sindicato.
La deuda oscila entre los 1000 y los 3000 euros, dependiendo del número de horas que tiene cada una de las trabajadoras con esta empresa. Las condiciones del sector, y de la empresa en particular, hacen que la mayoría de ellas tengan que trabajar para varias empresas debido a las subrogaciones que han sufrido, lo que hace más difícil la unión, dando más valor si cabe a la valentía y la fuerza que están mostrando en todo momento, pese a la dificultad de la situación.
La plantilla se muestra con energías y con ganas de seguir hasta donde sea necesario para conseguir lo que piden, arropadas en todo momento tanto por militantes de CNT Valladolid como por la gente del barrio donde desarrollan principalmente su trabajo, y donde se han desarrollado las acciones para visibilizar el conflicto, que han ido desde una concentración a las puertas de la empresa (cerrada a cal y canto durante toda la semana de huelga), pasando por piquetes diarios mañana y tarde, hasta una manifestación por el barrio de la Rondilla, siendo arropada por una buena cantidad de manifestantes.
Otras reivindicaciones que pide la plantilla de la sección sindical son el pago del tiempo de itinerario entre portal y portal, aspecto recogido en el convenio colectivo y que tampoco se está cumpliendo; o que se vean reflejados en el anexo del contrato todos los edificios de cada una de las trabajadoras.
En un primer momento, fueron 4 las trabajadoras que se unieron para formar la sección sindical, pues eran las únicas que se conocían, debido a que la empresa suele estar cerrada y no pasan por la oficina, cosa que dificulta el contacto entre ellas. A raíz del inicio de las acciones, el resto de las trabajadoras de la empresa se han unido a la lucha, afiliándose la mayoría de ellas al sindicato y formando parte de la sección sindical, y consiguiendo un seguimiento de la huelga prácticamente de la totalidad de la plantilla.
Es reseñable comentar que nos encontramos ante un sector totalmente feminizado, aspecto que puede verse reflejado en que el 100% de las personas que secundan la huelga y que forman parte de la sección sindical son mujeres, mostrando una sororidad y un apoyo mutuo entre ellas digno de admiración.
De momento, los dueños de la empresa siguen sin aparecer ni dar respuesta a las peticiones de la sección sindical, por lo que las acciones seguirán y la huelga continuará, buscando una solución a la mayor brevedad posible. La unión y la dignidad mostrada por las trabajadoras está siendo un ejemplo tanto para el sector como para el conjunto de la clase trabajadora, mostrando que dificultades co
mo el aislamiento o la precariedad no son excusa para no mantenernos firmes en la lucha.