Crónica del segundo acto dentro de la XV edición de la Semana Cultural Libertaria, con una conferencia muy completa acerca del «Estudio del Estado» del que Félix es un gran conocedor ya que lleva investigando acerca de este fenómeno desde hace más de una década. Los testigos que acudieron pudieron dar buena cuenta de ello.
«El sistema parlamentario es una dictadura. El sistema partitocrático no es una democracia, es una dictadura de una minoría de élites«.
Con estas contundentes palabras comenzó la conferencia de ayer Félix Rodrigo Mora, historiador estudioso del mundo rural tradicional popular, quien nos mencionó sus últimas y diversas obras como «La democracia y el triunfo del Estado» (el cual le ha llevado ni más ni menos que diecisiete años de trabajo), «Crisis y Utopía en el siglo XXI», «El atraso político del nacionalismo autonomista gallego» y «Borracheras no», lo cual demuestra el enorme y continuo trabajo de Félix y el creciente interés de sus análisis en los diferentes ambientes revolucionarios de todo el Estado. En este sentido, aquellas personas interesadas en alguna de sus obras, pueden solicitarlas a través de nuestro sindicato.
Su ponencia se basa en el «Estudio del Estado»,la cual consta de catorce entregas que ha publicado el periódico cnt y que también serán publicadas próximamente en forma de folleto.
Félix nos demostró como la condición humana actual está siendo triturada por el Estado de una manera irreversible. El problema del Estado en las condiciones actuales es mucho más dramático que en el pasado. Tal es así que incluso el movimiento antiglobalización es un movimiento estatolátrico, es decir, de culto al Estado. Este movimiento tiene para él un argumento muy simple en el cual a las multinacionales solo podemos enfrentarnos con un Estado más justo y social que meta en cintura a estas grandes compañias. Un disparate tal y como indica Félix, puesto que las multinacionales son obra del Estado, así nos mencionó como en España en la época de Felipe González, éste lanzó una política para constituir 2500 multinacionales (Telefónica, Inditex, Aguas de Barcelona, Banco de Santander…).
De esta forma, lamentó como el Estado ha entrado en todos los poros de la sociedad, incluso en muchos movimientos que antes tenían un cierto rechazo del Estado como el ecologista, feminista, de gays y lesbianas y el movimiento antimilitarista, todos ellos con pequeñas excepciones, han acabado sucumbiendo a él.
En opinión de Félix, nos encontramos en un momento muy crítico, por lo que se hace más necesario que nunca la lucha contra el Estado, el cual no debe ser patrimonio exclusivo del movimiento libertario, sino que debe ser asumido por toda la sociedad que quiera regenerar la vida humana y social.
El Estado como elemento defensor del capitalismo
Félix nos mostró como el paso del franquismo al parlamentarismo ha supuesto un crecimiento descomunal del Estado. El desarrollo y la riqueza de los últimos treinta años se ha utilizado para reforzar el Estado. Así mismo, Félix recalcó que «no podemos tener una visión del Estado puramente coercitiva, sino también y especialmente como manipulación de las mentes«, señalando a la Universidad como el mayor exponente de ello, la cual mantiene una visión falsa de nuestra historia de los últimos doscientos años. «Cuando un intelectual sirve al Estado, no puede servir a la verdad sino al Estado que le paga por ello«, sentenció.
Otra de su tesis principal es la del capitalismo que vive y se mantiene a la sombra del Estado. A diferencia de muchas teorías anticapitalistas, Félix mantiene que es el Estado, y no el capitalismo el enemigo principal a combatir, pues es el Estado quien sustenta al capitalismo, incluso en sus momentos más críticos. Un claro ejemplo de ello es la actual crisis económica en donde el Estado ha inyectado miles de millones para que el capitalismo se mantenga. Un proceso similar al ocurrido durante el crack de 1929.
Otro ejemplo de esta afirmación es ver como Estado se apodera aproximadamente del 40% del PIB, es decir, los asalariados entregan un 40% de sus ingresos por medios de impuestos directos e indirectos, mientras que las 2500 multinacionales que hay en el Estado español, solamente ninguna de ellas aporta más allá del 3%. Por lo tanto, el Estado es el principal explotador de las clases trabajadoras.
También se refirió al poder militar del Estado, aportando el dato histórico de como las Cortes de Cádiz tienen una fundamentación militar, pues son ellos los que redactan y exigen la primera constitución, siendo el El primer proyecto de constitución española que hay es en 1788 escrito por un militar llamado Manuel de Aguirre. El aparato militar estaba muy interesado en que se diera el salto al capitalismo y el salto a un desarrollo descomunal del Estado. Tal es así que la mayoría de las Cortes de Cádiz estaba formada por militares, algo que ha querido ocultar la historiografía académica que quiere dar una versión civil de las transformaciones que tienen lugar en el siglo XIX. Otro ejemplo de manipulación histórica en el ámbito académico y cultural. De esta forma, Félix afirmó que «La burguesía no es la causa de la revolución liberal sino su consecuencia«.
Sin ir más lejos, respecto al poder militar del Estado, el ponente mencionó como la Constitución de 1978 en su artículo 117, hace una defensa del capitalismo en la medida de que el ejército debe sofocar cualquier rebelión popular.
Por lo tanto, para Félix queda meridianamente claro que solamente destruyendo el Estado puede eliminarse el capitalismo. Así ocurrió en China con la revolución de 1949 en donde destruyeron el capitalismo, pero cuando crean un aparato de Estado poderoso vuelven a crear el capitalismo, siendo actualmente el segundo país del mundo por número de multimillonarios, por detrás de EE.UU.
También se refirió al Estado como de nefasto ejemplo moral. «Si alguien ha inducido el alcoholismo en las clases populares ha sido el ejército, a través del servicio militar«, siendo esto explicado más minuciosamente en el estudio «Borracheras no». La insociabilidad, el egoísmo, la insolidaridad, son principios inducidos por el Estado. Un ejemplo reciente es el de Tierno Galván, ex alcalde de Madrid y su incitación sistemática al consumo de drogas, siendo el PSOE «el principal instrumento del Estado desde finales del franquismo, y el principal instrumento de inmoralidad y degradación«.
También puso su empeño en desmontar el llamado «Estado de Bienestar», recalcando que fue Franco, en 1963, el creador del sistema público del sistema de seguridad social. Quienes defienden la seguridad social.
La lucha contra el Estado
A lo largo de toda la conferencia, Félix insistió en como es el Estado el elemento decisivo y el capitalismo el elemento subordinado, y por lo tanto la estrategia revolucionaria debe pasar por considerar al Estado como el principal enemigo a combatir.
La independencia del Estado es la primera garantía de objetividad, de verdad y de lucha revolucionaria. Esto se observa en el giro que han dado muchos colectivos que eran aliados y ahora los tenemos enfrente. Para Félix, la CNT en este sentido es un ejemplo a seguir pues con mejores o peores momentos, pero siempre se ha mantenido en su postura de independencia absoluta frente al Estado.
El debilitamiento del movimiento obrero también ha provocado que la mentalidad de los trabajadores haya cambiado y ahora piensen más en defender a la persona que a sus propios intereses de clase.
Tiene que haber un choque, como ocurrido en 1936 para acabar con el capitalismo, no se puede desmontar paso a paso, y menos sin destruir el Estado, como algunos proyectos anticapitalistas actuales que para el se asemejan más a la «lucha» socialdemocráta.
De esta forma, Félix recalcó que «es necesario una revolución que reconstruya lo humano a partir de otorgar todas las funciones de la vida social a la colectividad«. En un momento dado se preguntó si ¿luchamos por la libertad o por tener una libertad de consumo más moderna? Por eso recalcó que no solo hay crisis económica, sino que también y más importante, hay crisis de libertad, la destrucción de la esencia humana, ya que son las élites las que mandan y toman decisiones sobre nosotros por nuestro bien. Si no pensamos se atrofia la inteligencia, si no tomamos decisiones se atrofia la libertad. Las mejoras materiales sirven de muy poco sin lo esencial de la vida humana.
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