Ya está disponible para todo aquel que quiera hacer uso del periódico cnt nº 391 correspondiente al mes de Julio de 2012. Al precio de 1,5€ en los diferentes sindicatos o bien por internet.
En este número destacamos las siguientes noticias:
Portada // Huelga indefinida en la minería
Sindical // La reforma laboral se puede parar
Economía // ¿Corralito a la vista?
Actualidad // CNT considera el rescate financiero un nuevo atraco contra la clase trabajadora
Global // ¿Quién está detrás de la matanza de Houla en Siria?
Memoria e Historia // A. Dagerman, una niña en la revolución española
Cultura // Entrevista al director de cine Vicente Aranda
Opinión // Mineros, ecología y 15-M
Contraportada // Entrevista a Lino Vital, del Ateneo Libertario de Hervás
::: Para visionarlo on-line :::
A continuación reproducimos la editorial que para este mes ha elaborado el Secretariado Permanente del Comité Confederal:
De nosotros y nosotras depende
El gobierno y las instituciones europeas están enredados en una ceremonia de la confusión a cuenta del rescate que España necesita para taponar el agujero dejado por años de especulación inmobiliaria en beneficio de unos pocos.
Lo único claro al respecto es, que la factura la pagaremos los trabajadores y trabajadoras, una vez más. Para que así sea, distintos gobiernos, el BCE, el FMI, la Comisión Europea y los “mercados” interpretan su papel, en un guión que pasará, si no hacemos nada para impedirlo, por una nueva vuelta de tuerca contra los derechos de la mayoría, empeorando aún más la legislación laboral, facilitando aún más los despidos, reduciendo la desprotección por desempleo, acelerando el retraso de la edad de jubilación, recortando servicios públicos, etc. Un guión que el gobierno Rajoy se sabe de memoria y que ha demostrado que sabe interpretar sin “hombres de negro” que se lo impongan.
El destino que las élites europeas han reservado a las clase trabajadoras de Europa especialmente en la periferia, es bien claro: devaluación de las condiciones laborales, de los salarios y de la protección social, a la vez que se privatiza todo lo que queda por privatizar, intentando buscar nuevos mercados que les permita postergar algo más la crisis de un sistema que hace aguas a ojos vista.
Y decimos “si no hacemos nada por evitarlo”, desde el convencimiento de que podemos hacerlo y de que la CNT debe jugar un papel fundamental en cambiar ese destino miserable que nos han diseñado. Tenemos que ser capaces de en contra las palancas para movilizar a los trabajadores y a las trabajadoras, convencerles y convencernos de que es posible cambiar esta sociedad y que hay que hacerlo de raíz y generar las herramientas para lucha que nos espera.
La CNT está inmersa en un debate sobre como impulsar esa movilización, cuales son los pasos a dar, cuales son las capacidades que tenemos y como coordinar las luchas. Un debate que debe ser permanente mientras se vayan ensayando las respuestas posibles y las distintas tentativas contar los ataques que se vienen sucediendo. Y la CNT no está sola en ese debate, otras organizaciones y movimientos están en ese mismo proceso de búsqueda y de ensayo ante el fraude, cada vez más evidente para sectores sociales cada vez más importantes, que suponen los referentes políticos y sindicales tradicionales que han imperado desde la Transición y que nos han conducido a esta situación.
Es ahí donde la CNT tiene mucho que decir, tras años de construir un camino propio, frente a todas las dificultades, se empiezan a dar ahora las condiciones para poner en práctica nuestras señas de identidad: acción directa, apoyo mutuo, unidad obrera, horizontalidad, democracia directa, anticapitalismo, cuestionamiento radical del sistema social, construcción aquí y ahora de alternativas… En un proceso en el que no avanzaremos mediante la discusión o la afirmación teórica de estos conceptos sino mediante su puesta en práctica, en este lugar y en este preciso momento.
Vivimos en una sociedad que no acaba de desprenderse del miedo y la pasividad generado por toda una cultura política y sindical diseñada para generar ese miedo y esa pasividad en cantidades industriales. Y sin embargo, la dureza de las medidas, de los recortes, de los ataques hacen que se multipliquen las chispas (movilizaciones y huelgas en la educación, en la sanidad, en el transporte, en la minería, etc ). Allí donde comience una lucha obrera debe estar la CNT avivando la llama, conectando luchas, radicalizándolas, empujándolas más allá, para eso estamos y no valen excusas.
La lucha está en la calle, hacer de esto algo más que un lema, hacer de esto una realidad cotidiana es el reto que tenemos como clase y como organización en los próximos meses, de nadie más que de nosotros y nosotras depende.
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