Ya está disponible para todo aquel que quiera hacer uso del periódico cnt nº 388 correspondiente al mes de Abril de 2012. Al precio de 1,5€ en los diferentes sindicatos o bien por internet.
En este número destacamos las siguientes noticias:
Portada // 29 de marzo: el camino a seguir
Gaceta sindical // La creación de Iberia Express no paraliza las protestas
Gaceta económica // La trampa del rescate (II)
Actualidad // La privatización del Canal de Isabel II a consulta
Cultura // La Fundación Anselmo Lorenzo se reactiva
Global // El gobierno de Kenia despide a 40.000 trabajadores sanitarios
Memoria e Historia // Toulouse, un paseo por la capital del exilio español anarquista
Opinión // La hiperagresividad reformista
Contraportada // Entrevista a Carlos Martín, secretario de Relaciones Exteriores de CNT, con motivo de los días de acción a nivel internacional
::: Para visionarlo on-line :::
A continuación reproducimos la editorial que para este mes ha elaborado el Secretariado Permanente del Comité Confederal:
¿Sacrificio?
Después del consabido baile de cifras en cuanto al seguimiento de la huelga del pasado 29M, hay algo que ha quedado bien claro para gobierno y patronal: los trabajadores están despertando. A pesar de la impresionante campaña mediática puesta en juego para descalificar y menospreciar la huelga, de las presiones y amenazas ejercidas por un sinfín de empresas para evitar que los trabajadores secundaran el paro, de las artimañas para medir la incidencia en la reducción de la actividad, lo que ha quedado patente al ver las caras de ministros y empresarios no ha sido triunfo, sino miedo.
Porque, si para el gobierno es fácil tergiversar los resultados de la huelga, les ha sido imposible escamotear la masiva asistencia a las manifestaciones organizadas en ese día, que con toda seguridad desbordaron sus previsiones e hicieron evidente la postura de la clase trabajadora: la negativa rotunda a la reforma laboral y los recortes sociales emprendidos por el PP, algo que se demuestra por el éxito de las movilizaciones convocadas por CNT junto a otras organizaciones el día 29 al margen de los “mayoritarios”, especialmente en Madrid y Barcelona. El gran número de trabajadores que marchó bajo la consigna de derogar la reforma -y no de negociarla- marca ese resurgimiento de clase y el apoyo a un sindicalismo distinto al oficial. Y si alguien es consciente de la fuerza de la clase trabajadora cuando se pone en marcha, esos son gobierno y patronal.
Y es que la capacidad de aguante de los trabajadores está siendo llevada al límite. Los presupuestos generales para este año, presentados al día siguiente del paro, muestran un ejemplo de ello. Mientras a los trabajadores, sobre los que recae el peso impositivo de este país, se nos pide “sacrificio”, a los evasores de capitales, a los que tienen ingresos opacos, se les concede una “amnistía”, un periodo de gracia para que regularicen su dinero negro pagando por ello tan solo una cantidad irrisoria y sin recibir sanción alguna. Y esto después de que hace pocos días, los técnicos de Hacienda informaran de que, merced a las múltiples trampas puestas a disposición de las empresas para pagar menos impuestos, numerosas grandes empresas estén pagando una tasa efectiva sobre beneficios inferior a la de un ‘mileurista’ en el impuesto sobre la renta. ¿Sacrificio? ¿de quién? ¿para qué?
Cuanto más se va aclarando la nebulosa de la llamada “crisis”, resulta más evidente que se trata de un inmenso fraude, lleno eso sí, de tecnicismos económicos, mensajes catastrofistas, amenazas y mentiras. Y esto es lo que se pudo ver en la calle el 29M, la negativa de la inmensa mayoría de los trabajadores a creerse los bulos del poder político y económico para destruir sus derechos.
De eso tienen que tomar muy buena nota, ante todo, CCOO y UGT. Porque si en esta ocasión juegan a sentarse a negociar algunos retoques a la reforma, dilapidarán -como en otras ocasiones- el potencial de lucha que esta jornada de huelga ha puesto sobre la mesa. Y esto no sólo supondría su total descalabro -ya que perderían el crédito que les queda entre los trabajadores- sino que representaría una traición inaceptable a todos los que se echaron a la calle en la huelga. Porque no se trata de “reformar” la reforma, sino de forzar a que se derogue. Ambas organizaciones tendrán que elegir si quieren reconciliarse con los poderes del estado para conservar su papel institucional o por el contrario y como es su deber, defender los derechos de los trabajadores y continuar animando a la lucha.
Por parte de CNT tenemos muy claro nuestro objetivo en este pulso entre el capital y la sociedad: continuar la lucha por todos los medios a nuestro alcance hasta conseguir lo que nos hemos propuesto, que es devolver al cajón la reforma laboral. Y para ello vamos a seguir pidiendo la unidad de la clase trabajadora, porque solo unidos podremos lograr ese objetivo. El método: seguir luchando sin descanso y al precio que sea necesario. Este es el único sacrificio que entendemos.