CNT Valladolid se hace eco del manifiesto de la Plataforma por la Sexualidad y el Aborto Libres con motivo del 8 de marzo de 2017, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. En la calle, en el tajo y donde surja la ocasión insistimos en recordar que el machismo nos ataca y el feminismo nos defiende.
Más del 95% del trabajo doméstico es realizado por mujeres en condiciones de no reciprocidad, de gratuidad, de desvalorización y, en la mayoría de los casos, de manera obligatoria, sosteniendo así la situación de discriminación y sumisión de las mujeres con el beneplácito y beneficio del género masculino, en una reedición permanente del histórico pacto entre el capitalismo y el patriarcado.
El reparto del trabajo de los cuidados no es una cuestión individual que pueda solucionarse en el interior de cada familia. Estamos ante un problema social y político y desde esta perspectiva debe ser enfrentado; estamos hartas de ver cómo desde los diferentes gobiernos lanzan medidas que no son más que operaciones electorales que sigue dejando intactos los pilares del patriarcado y las condiciones objetivas que sustentan la subordinación de la mujer frente al hombre y justifican todas las violencias machistas que sufrimos.
La realidad es que las mujeres nos seguimos encontrando en una situación de inferioridad en el efectivo ejercicio de nuestros derechos. Estamos sometidas a condiciones de mayor precariedad e inferior salario que nos obliga en muchos casos a dejar el puesto de trabajo en función de las necesidades familiares y sociales, mientras aumenta la precariedad para las cuidadoras, sin estabilidad ni calidad en el empleo gracias a la gestión privada de lo público: una vez más se feminizan los cuidados y se ahonda en la división sexual del trabajo.
Las normativas por la igualdad dictan políticas de empleo desde una perspectiva patriarcal que sigue basándose en esa división “natural”entre hombres y mujeres que les impone diferentes roles y capacidades, reforzando así la relación jerárquica entre ambos. Pero eso sí, y que no falte, el negocio por ello también se multiplica porque los empresarios reciben incentivos por aplicar estas normativas cuyo cumplimiento no es exigible y sobre todo porque el entramado de la explotación de género continúa en pie generando un ingente beneficio. Y así también el capitalismo español a través de su gestor de turno nos usa una vez más, es decir, gobierne quien gobierne las trabajadoras siempre pierden.
Y el “feminismo” institucional cómplice de todo esto está más preocupado por la cuotas en los partidos del arco parlamentario, por la batalla electoral de cada uno, por las representatividad de las mujeres en los puestos de dirección de las empresas que por el sufrimiento y deterioro salvaje de las condiciones de vida de las mujeres trabajadoras.
Desde la Plataforma por la Sexualidad y el Aborto Libres reivindicamos el feminismo de clase, nos reivindicamos mujeres trabajadoras y como tales luchamos por nuestra liberación contra todo sistema de explotación denunciando:
- Que no hay una verdadera red pública de planificación familiar.
- Que no existe alta de una red pública de guarderías.
- Que las privatizaciones de la sanidad provocan bajísimo niveles de calidad de los servicios de atención a las mujeres.
- Que no sólo no se reconoce el derecho al aborto libre y gratuito con costes asumido s por la seguridad social si no que sigue tipificado en el código penal.
- Que el trabajo familiar y de cuidados es responsabilidad de hombres y mujeres.
- Que el salario inferior de las mujeres es producto de la explotación de género.
- Que la mayor parcialidad y la precariedad de las relaciones laborales la sufren las mujeres.
- Que las leyes por la igualdad reproducen el modelo patriarcal de familia.
- Que la heterosexualidad está impuesta y afianzada por un modelo de familia y también de sexualidad.
- Que la educación, el lenguaje, la publicidad, los medios de comunicación siguen siendo machistas, nos siguen ignorando, humillando y discriminando.
- Por no hablar de la Iglesia, secta machista y criminal sustentada económica y políticamente por el Estado español y ligada a él imponiendo su ideología patriarcal en todas las esferas de la vida de las personas.
En definitiva todo el entramado estatal español sostiene la desigualdad desde sus cimientos apuntalándola con sus leyes para defender sus históricos privilegios a costa de la vida las mujeres trabajadoras.
Por todo ello desde la Plataforma por la Sexualidad y el Aborto Libres trabajamos para que el feminismo de clase sea cada vez más fuerte creando espacios de organización y lucha de las mujeres trabajadoras, y creemos que unidas seremos capaces de vencer al terrorismo patriarcal que defiende sus privilegios machistas. Si seguimos por este camino de confrontación consciente y valiente lo que hoy ha sido un paro simbólico mañana será una jornada de huelga real en el ejercicio de nuestros derechos como mujeres trabajadoras.
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