Comunicado de Plataforma por la Sexualidad y el Aborto Libres. – Estamos ya más que hartas de que el patriarcado, la Iglesia y el capital sigan apropiándose de nuestros cuerpos y nos digan qué podemos o no podemos hacer con ellos.
Nuestros cuerpos siguen siendo un campo de batalla y en esta lucha no vamos a ceder. Nadie debería decidir sobre nuestros derechos reproductivos, sobre nuestra sexualidad y nuestras vidas más que nosotras mismas.
El 28 de septiembre nos sumamos al movimiento global por la despenalización del aborto que surge en 1990 en el V Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe y más que nunca nos solidarizamos con nuestras compañeras argentinas y con todas las mujeres del mundo que reivindican nuestro legítimo derecho a decidir sobre sus nuestras vidas y sus nuestros cuerpos libremente: mujeres que luchamos y somos perseguidas por la justicia patriarcal que nos juzga, nos encarcela y nos condena; por un sistema sanitario patriarcal que nos niega nuestro derecho a abortar y nos aboca a la clandestinidad, donde muchas mueren al no garantizarse las condiciones mínimas de higiene y salubridad; por una Iglesia que no deja de machacarnos con sus sermones moralistas, cuando ella no tiene moral ninguna y nos llama criminales por abortar, mientras cada día amanecemos con nuevas noticias sobre abusos sexuales y violaciones a menores de edad por parte de curas, obispos y demás familia suya. Queremos que os dejéis ya de moralinas y de credos, de intereses patriarcales y capitalistas que perpetúan un sistema represivo que se apropia y somete nuestros cuerpos y determina nuestras vidas.
El aborto es un derecho y no un privilegio de clase. La hipócrita moral social de las religiones criminaliza a las mujeres proletarias que abortamos, pero siempre ha facilitado que mujeres ricachonas acudan a las mejores clínicas privadas para que aborten con todas las garantías. Una hipocresía patriarcal que se ve capaz de saber mejor que nosotras lo que nos conviene o no, de una hipocresía social que otorga privilegios y derechos a unas mujeres sí y a otras no. A las mujeres migrantes, trans y asiladas se les niega sistemáticamente asistencia médica y se les priva de sus derechos sexuales y reproductivos esenciales. Queremos que se elimine todo tipo de desigualdad de clase entre nosotras.
El aborto clandestino supone un negocio millonario, que se beneficia de las mujeres más vulnerables y que pone la vida de miles de mujeres en riesgo. Solo en Argentina es la primera causa de mortalidad entre mujeres embarazadas y al año se producen 50.000 ingresos de mujeres por someterse a abortos en condiciones inseguras.
Por todo ello exigimos:
- Que el aborto sea un derecho para todas sin discriminación de ningún tipo, LIBRE, SEGURO, LEGAL Y GRATUITO.
- Que el aborto salga de una vez por todas del Código Penal.
- Que no controlen nuestra decisión con plazos ni supuestos y respeten nuestra autonomía y la libre decisión sobre nuestros cuerpos y vidas.
- Que se regule ya la “objeción de conciencia”, pues algunos ginecólogos hipócritas se niegan a practicar abortos por cuestiones éticas, cuando en su clínica privada lo hacen previo pago y ahí la única ética que prima es mantener su chiringuito.
- Que se prohíba que determinadas farmacias no dispensen la píldora poscoital por objeción de conciencia.
- Que se normalice el aborto en la red sanitaria pública.
- Que se proporcione en la Educación Pública una educación afectivo-sexual sin estereotipos de género y libre de LGTBIfobia.
Escuchadnos bien porque esta MARABUNTA no va a parar de vocear:
FUERA EL ABORTO DEL CÓDIGO PENAL
MI CUERPO NO SE JUZGA.
NOSOTRAS PARIMOS, NOSOTRAS DECIDIMOS.
LIBRES NOS QUEREMOS.