Memoria es lucha

Hay actos que a pesar de no estar de acuerdo en cómo y quién los realiza tenemos que estar presentes si queremos mostrar el respeto hacia nuestros compañeros y compañeras asesinadas tras el golpe fascista de 1936.

A pesar de ser ninguneados, como organización, debemos estar presentes para demostrar y mostrar nuestro trabajo en memoria histórica y el reconocimiento y recuerdo de una organización, CNT, y sus gentes que dieron la vida por “un mundo nuevo”.

A pesar de tener que codearnos con secretarios de estado, vicepresidentes de la Junta de Castilla y León, delegados del gobierno, y alcalde de Valladolid (¡¡Quita la laureada franquista del escudo de la ciudad, ya!!) se hacía necesario asistir para reivindicar a nuestra organización y criticar a esos políticos que sólo han sabido poner trabas a los trabajos de memoria; abuchearlos por su vergonzosa actitud ante los restos de los fusilados, buscando salir en los medios de comunicación con sus mentiras.

A pesar de no estar de acuerdo con excluir las ideas de las víctimas que se enterraban en el mausoleo, queríamos dejar claro el compromiso de nuestra organización de seguir luchando contra el silencio y olvido. Un olvido que constatamos hoy aquí con el trato dado a los restos de estas 245 personas de las que solo conocemos el nombre de 5 de ellas.

A pesar de negarnos decir unas palabras, como organización histórica que tiene asesinados en cunetas y fosas comunes, decidimos que queríamos ir con nuestros símbolos, banderas y pancartas reivindicativas:

A pesar de todo lo dicho, allí estuvimos con nuestros símbolos, nuestra pancarta y nuestras banderas, las que más se veían entre los cientos de personas que acudieron al homenaje.

 

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