Reproducimos el texto escrito por el compañero Rubén Ruiz que se leyó en el homenaje a las víctimas del franquismo celebrado el 19 de agosto en Traspinedo, como parte de la Escuela de Verano de CNT que ha tenido lugar en la misma localidad.
Los olvidados de los olvidados.
Hay demasiada gente empeñada en revisar la historia, en utilizarla en momentos puntuales en su propio interés y en englobar la diversidad ideológica que existía antes de la sublevación franquista, en torno a la simbología y el estado republicano.
La República salida de las urnas el 14 de Abril de 1931, supuso un gran avance en muchos sentidos (eso es innegable), pero tampoco está de más recordar la represión que sufrió el movimiento obrero en lugares como Casas Viejas o la revolución de Asturias de 1934.
De hecho fueron los propios trabajadores y sus potentes organizaciones sindicales ( UGT-CNT) las que frenaron el golpe en la mayoría de las ciudades y pueblos peninsulares, colectivizando los medios de producción del campo y de la ciudad, en unos de los más bellos ejemplos de solidaridad y de apoyo mutuo de la historia de la península.
En la provincia de Valladolid en cambio no pudo ser, el gobernador civil Luis Lavín no sólo no entregó armas al pueblo para defender sus conquistas, sino que desarmó a toda la izquierda para evitar según su criterio el enfrentamiento civil. Un claro error, ya que ni siquiera él se libró de la represión y fue asesinado el 18 de Agosto de 1936.
Al revés de la creencia popular, la mayoría de las regiones militares y sus más altos cargos no apoyaron el golpe de estado. En Valladolid, ese fue el motivo del fusilamiento del general que dirigía la VII división, Nicolás Molero Lobo.
Tras estos dos importantes sucesos Valladolid fue prácticamente tomada por las fuerzas golpistas sin resistencia. Aun así, miles de personas fueron asesinadas, torturadas, expoliadas en sus bienes y represaliadas.
En Traspinedo en el año 1936 existía una sociedad de trabajadores de la tierra donde abundaban las ideas socialistas y se estaba formando un grupo de tendencia libertaria que se reunía en un corral propiedad del teniente de Alcalde Jesús Esteban (muy cerca de este lugar, en la carretera que va a Santibañez). La CNT contaba en el pueblo con 4 compañeros afiliados y algunos simpatizantes.
El enlace de este grupo con los compañeros de la capital podría haber sido Jesús de Diego, militante de la FAI, que repartía pan por los pueblos del entorno de Tudela de Duero donde residía.
Traspinedo no se libró como el resto de pueblos del entorno de la represión. A los 4 asesinatos con total impunidad se unieron sentencias de cárcel, palizas y demás crímenes.
Este es el tercer acto de homenaje que se realiza en este pueblo. Hace muchos años desde la asociación Carlo Giuliani con sede aquí, se impulsó un primer acto muy exitoso que sirvió para romper el silencio y la barrera del miedo para empezar asumir estos terribles hechos.
Durante el 2008-2009 a iniciativa del ayto y de un grupo de vecinos, se convocó un acto multitudinario arropando todo el pueblo a los familiares de los represaliados exigiendo verdad, justicia y reparación.
Sirva este tercer acto convocado por nuestro sindicato para eso mismo y para señalar que la CNT jamás va a abandonar a las víctimas de este genocidio ya que guste o no, somos parte de la historia y seguramente la organización que más perdió a todos los niveles en la cruenta guerra civil.
¡Salud compañeros y hasta la victoria final!
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