A bombo y platillo nos venden, desde el gobierno, la nueva Ley de Memoria histórica como algo que cierra las heridas del pasado y restituye el honor, la dignidad y los derechos de los vencidos de la Guerra Civil.
Escrito realizado por la Fundación de estudios libertarios Anselmo Lorenzo (F.A.L.)
A golpe de pandereta la derecha más retrógrada (desde Rajoy hasta Jiménez Losantos, pasando por Acebes y Zaplana) dice que eso es levantar, de nuevo, el odio entre las “dos Españas”.
A río revuelto ganancia de pescadores, o sea a río revuelto ganan los que han corrido o han querido correr un “estúpido Velo” desde los Pactos de la Moncloa, los que quisieron que perdiéramos la memoria y las señas de identidad.
“Señores políticos” de uno y otro signo, la transición española no se acabará y las heridas no se cerrarán hasta que ustedes no restituyan: derechos, dignidad y documentos a todos los que se los expropiaron entre 1936 y 1939 y, después, mantuvieron en su poder por la legislación del régimen anterior y actual.
Qué vergüenza nos da, a muchos, vivir en este país de chirigota. Hace unos años, no más de tres, todo el mundo estaba que echaba chispas porque a los catalanes se les devolvían o no se les devolvían “los papeles de Salamanca”.
A favor y en contra se argumentaron las mil y una para que tuviera carga científica cada argumentación, y el Gobierno, aplicando el agravio comparativo, saco una Ley por la que se restituía el patrimonio Documental a la Generalitat de Catalunya y, de repente, todos callaron.
Yo me pregunto ¿qué pasa con la documentación de todas las personas, organizaciones políticas, sindicales, culturales y masónicas, que la tienen incautada en el Centro de la Memoria histórica o Archivo de la Guerra Civil? ¿Va a seguir el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero manteniendo la ignominia del expolio franquista o aplicando la memoria histórica va a dejar que sus propietarios puedan recuperarla?
Muchas organizaciones estamos en coma clínico inducido (nos quieren provocar una amnesia), porque los demócratas no nos dejan acabar de acordarnos de todo aquello que algunos nos usurparon y ellos han mantenido alejado de nosotros.
La propiedad del patrimonio documental de las organizaciones políticas y sindicales, que fue incautado por el régimen anterior y que este actual disfruta, debe de ser reconocida a sus auténticos propietarios y que estos hagan con esa documentación lo que crean conveniente, siempre que no atenten contra la Ley de Patrimonio Histórico español.
Señor Zapatero, señores diputados que piensan liquidar la Memoria Histórica con una Ley de Punto Final, sean conscientes que si este problema no se soluciona la injusticia será perpetua, sean conscientes que si Franco lo arrebato ilegalmente y por la fuerza, ustedes están legalizando sus acciones.
A cada uno lo que le corresponda…
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