Un hotel más que sale a la luz por sus malas prácticas.
Las compañeras que trabajan de camareras de piso en la empresa Hostalcarria han iniciado una huelga (más información aquí) para frenar el abuso y la explotación, tan normalizados en el sector de la hostelería y el turismo, y defender sus puestos de trabajo. Las compañeras de la Sección Sindical Exeo queremos unirnos al conflicto iniciado por las compañeras de CNT Hostalcarria y expresarles todo nuestro apoyo y solidaridad. Estamos y estaremos a su lado y lucharemos codo con codo, porque ¡si tocan a una, nos tocan a todas! Y afirmamos categóricamente que en la unión esta la fuerza y que juntas pararemos la explotación y esclavitud asentadas en la mayoría de establecimientos y empresas del turismo y la hostelería.
Utilizamos esta nota para, una vez más, dar las gracias al colectivo de las Kellys, Pan y Rosas, la PAH y otros muchos que nos dejamos en el tintero porque llenaríamos páginas, porque nos han apoyado en la lucha en defensa de nuestros derechos y que día a día están en las calles reivindicando y pidiendo justicia y dignidad en los puestos de trabajo. De nuevo volvemos a solicitar vuestro apoyo y solidaridad, esta vez no con nosotras, sino con las compas de la sección sindical de CNT en Hostalcarria que también sufren la explotación y el abuso empresarial.
Nosotras vamos creciendo, empoderándonos y haciéndonos más fuertes, a la vez que sufrimos por tantas camareras de piso que no se atreven a dar un paso hacia delante. Desde las secciones sindicales de camareras de piso asociadas en la CNT Comarcal Sur de Madrid, os animamos a todas a no callar más, tenemos la ley en las manos y la cabeza muy alta. Muchas veces la falta de información nos hace presas de la ignorancia con lo cual somos esclavas laborales más que trabajadoras con dignidad.
La Sección Sindical de Exeo, tras la primera fase de presión en la que intentamos poner solución a nuestra situación mediante una negociación con la empresa sin ningún resultado satisfactorio para nosotras, actualmente seguimos despedidas en espera de juicio, soportando la presión de la precariedad debido a la lentitud del sistema judicial, pero no nos vamos a rendir. Ahora toca volver a la calle y apoyar a nuestras compañeras, porque juntas somos más fuertes y juntas vamos a ganar.