El pasado martes la plantilla de Metales Extruidos se manifestó por las calles de Valladolid denunciando el cese de actividad de la fábrica, una factoría recién estrenada pero sin liquidez para producir.
Los trabajadores y trabajadoras llevan desde septiembre movilizándose para exigir el pago de los atrasos y una solución definitiva a la fábrica, que mantiene a su plantilla en una situación de incertidumbre. Ya hay un ERE en marcha y se teme que con el cese de la actividad se aplique otro o que sea la antesala del cierre de la empresa.
Las empleadas y empleados salieron desde la fábrica hasta la plaza del Carmen de las Delicias, donde empezaron la manifestación junto a familiares y simpatizantes al grito de «Metales Extruidos NO se cierra». En su camino al centro, la comitiva de medio millar de personas paró en todas las sucursales bancarias demostrando su descontento. La manifestación acabó en la sede de Ahorro Corporación, dependiente de la Junta de Castilla y León ya que se convirtió en principal accionista de Metales Extruidos tras la inyección de 10 millones de euros de dinero público.