Con motivo del Día Internacional del Aborto, la Plataforma por la Sexualidad y el Aborto Libres salió a la calle el 28 de septiembre para reivindicar los derechos reproductivos de la mujer.
La manifestación salió a las ocho y media de Plaza España y pasó frente a la sede de la Asociación Española de Abogados Cristianos, en la calle Panaderos. Esa Asociación ha puesto varias querellas contra el movimiento feminista; la más sonada, la dirigida contra la Procesión del Santísimo Coño Insumiso, que se han empeñado en reabrir con una presión constante contra los tribunales que archivan la causa.
Coreando consignas como “Mi cuerpo es mío y yo decido”, “Fuera los rosarios de nuestros ovarios”, “Anticonceptivos para no abortar, aborto libre para no morir” o “La fuerza de la obrera, la solidaridad” recorrieron el centro de la ciudad hasta terminar en la Plaza de Portugalete donde leyeron el manifiesto.
Bajo el lema de la convocatoria, un lema que “resume nuestra postura firme e inalterable al respecto: Ni plazos ni supuestos: por la despenalización total del aborto” se comenzó recordando cómo la lucha del movimiento feminista consiguió, hace ya tres años, tumbar el anteproyecto de ley del aborto de Gallardón, que hubiera hecho que “nuestros derechos reproductivos retrocediesen décadas”. Una victoria parcial que, sin embargo, “se llevó por delante los derechos de las menores de 16 y 17 años a interrumpir su embarazo sin el consentimiento de sus progenitores o tutores”.
“No debemos olvidar” continuaba el manifiesto, “esas leyes, que aunque no tratan específicamente del aborto, sí tienen graves consecuencias para las mujeres trabajadoras”, como el Real Decreto Ley 16/2012 que fulminó el sistema sanitario universal expulsando a miles de personas migrantes.
Desde la Plataforma se oponen a cualquier tipo de plazo o supuesto. “La imposición de límites a las decisiones de las mujeres ha sido una constante a los largo de varios siglos, especialmente sangrante en nuestros derechos reproductivos”. Criticaron el cinismo del PSOE, quien en su ley del 2010 obligaba a las mujeres que deseaban abortar a esperar una semana desde que se comunicase la decisión. “Aumentando el sufrimiento psicológico” de la mujer y fiscalizando la decisión por psicólogos o psiquiatras “asociando nuestro derecho a decidir a posibles problemas mentales”. El PSOE también, se recordó, mantuvo el aborto en el art. 145 del Código Penal.
Se denunció “la trampa que supone la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios que se niegan a realizar abortos o a ofrecer la información necesaria a las mujeres”. “Tampoco podemos dejar de exigir que el aborto se realice en la sanidad pública”, ya que en el 2015 el 85% de los mismos se realizaron en centro privados, “haciendo negocio a costa de nuestro derecho”.
“Vivimos en un sistema capitalista, patriarcal y racista que nos explota como mujeres trabajadoras doblemente y nos relega a máquinas reproductoras de fuerza de trabajo, sin decisión sobre nuestros cuerpos y nuestra sexualidad. La lucha por un aborto sin plazos ni supuestos, libre y gratuito, y por la sanidad pública, no puede abandonarse por victorias parciales y debe estar presente en nuestros discursos como un punto esencial para avanzar en nuestra emancipación como mujeres de clase trabajadora”.
El manifiesto concluyó felicitando a las mujeres chilenas que consiguieron que en agosto se despenalizase el aborto en tres supuestos, “un paso histórico que no hubiera sido posible sin su lucha incesante”.
Esta crónica sigue a la publicada en la página amiga Latidos colectivos.
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