Mas de 70 000 trabajadores de la Automoción se juegan su futuro en los Estados Unidos de América.
Estamos viendo como las condiciones laborales peleadas por nuestros predecesores están llendo de una manera rapidísima hacia atrás.
El 24 de Septiembre y después de cerca de 10 años de ningún tipo de movilización (en 1996 se realizaron paros durante la negociación del convenio), la General Motors se enfrenta a la mayor huelga que ha sufrido esta cadena en los Estados Unidos por el convenio colectivo, con mas de 70000 trabajadores implicados, tras estas negociaciones vemos el fantasma de las deslocalizaciones que amenaza a los trabajadores de la automoción de EEUU.
El papel de los sindicatos en EEUU, salvo excepciones, esta siendo el de gestionar bolsas de empleo y en el caso de «United Auto Workers» UAW el de gestionar el dinero que las diferentes casas automovilísticas emplean en sanidad y jubilaciones para sus empleados.
Por lo visto este es uno de los puntos candentes de la negociación, por unos que quieren gestionar esos fondos que sumarian 114.000 millones de dólares (68.400 millones de euros) para GM, Ford y Chrysler y otros que querrían ahorrarse ese dinero que supondría para GM alrededor de 55.000 millones de dólares (33.000 millones de euros), tras estos dos grandes interesados se encuentra también la intención de restar derechos a los trabajadores de las factorías de GM.
La GM actualmente en proceso de reestructuración no se compromete a renunciar a los despidos de los trabajadores eventuales, sumándose a las reestructuraciones que están efectuando las grandes marcas a lo largo del mundo.
Estamos envueltos en un proceso que no tiene vuelta atrás, no se les caen los anillos a las grandes empresas, ni si quiera a las ultranacionalistas yankis declaradas a la hora de fijar sus miradas fuera de las fronteras de donde se encuentran sus factorías, con la intención de dejar sin infraestructura a los trabajdores de toda la vida, buscando arañar cada céntimo en busca del beneficio sin ningún tipo de escrúpulo, intentando ahorrarse derechos y dinero colocando sus factorías en otros países.
Hoy les toca a los trabajadores de GM, mañana a nosotros, en nuestras manos esta frenar este proceso.
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