El acto será a las 20:30h en el local de CNT. En esta ocasión se proyectará el documental en el que Michel Collon y Vanessa Stojilkovic nos mostrará su particular visión de la situación en Kosovo tras la intervención de la OTAN.
Nuevo acto de la programación organizada para el mes de octubre por el Ateneo Libertario Gregorio Baticón
Entrevista a Michel Collon y Vanessa Stojilkovic sobre su nueva película «Los condenados de Kosovo»
Traducción del francés por Beatriz Morales Bastos
Entrevista extraída de la web de contrainformación Rebelión
Expulsada de su piso en Prístina, María no ha tenido la vida fácil porque hablaba albanés. Su sobrino, intérprete de la ONU, fue salvajemente asesinado. El marido de Silvana fue secuestrado y no tiene noticias de él desde hace dos años. La casa de Stanimir ha sido quemada. ¿Qué tienen en común? Son serbios y viven, mejor, sobreviven, en Kosovo. ¿Por qué los media ya no hablan de esta región ocupada por la OTAN? La nueva película de Michel Collon y Vanesa Stojilkovic rompe el silencio. Y alerta a todos los pueblos amenazados por las guerras de la globalización….
¿Cómo nació esta película?
Michel Collon: Hice este reportaje sobre Kosovo para conocer, sobre el lugar, la situación actual de los serbios y de otras minorías nacionales. Y conservando en la memoria esta frase que Bill Clinton pronunció cuando desencadenó los bombardeos sobre Yugoslavia: Nuestra firmeza es la única esperanza para el pueblo de Kosovo de poder vivir en su propio país. Imagine si cerráramos los ojos y esta gente fuera masacrada a las mismas puertas de la OTAN. Ésta se desacreditaría»
Clinton hablaba de los albaneses. Pero, ¿qué ha ocurrido hoy con los serbios y con otras minorías nacionales -gitanos, griegos, turcos, egipcios, musulmanes…- que vivían en Kosovo desde hace siglos? ¿Estaban seguros con 45.000 soldados de la OTAN en su país?
¿Y qué ha visto?
M. C.: Un cúmulo de sufrimiento que no se imagina aquí…
Pero los media ya no nos hablan de Kosovo. ¿No se ha arreglado la situación?
M. C.: ¡Al contrario! Lo que yo he visto son atentados con bomba, asesinatos, destrucción de casas o expulsiones, secuestros y angustia de las familias, amenazas constantes….La constatación es abrumadora: una auténtica limpieza étnica ha expulsado de Kosovo a la mayoría de los no-albaneses y ha aterrorizado a los que permanecen allí.
¿La presencia de tropas de la OTAN no frena esas violencias?
M. C.: No sólo no las frena, sino que la película aporta varios documentos exclusivos que revelan la complicidad de la OTAN con sus autores: las milicias dela UCK separatista.
¿No tuvieron problemas para rodar?
M. C.: ¡Por supuesto! Un cámara serbio arriesga su vida en este clima de terror si rueda en una zona «no albanesa». Pero he tenido la suerte de contar con un equipo de la TV serbia muy motivado. Personas extremadamente valientes a las que debo mucho.
Vanesa, ¿cómo se unió a este proyecto?
Vanessa Stojilkovic: A los 25 años ya había intentado distintas profesiones relacionadas con la imagen, entre ellas el montaje. Tras un contacto por Internet, Michel Collon me propuso continuar con el montaje de su documental, que se había paralizado debido a problemas de salud del anterior montador. Acepté inmediatamente.
¿Por qué usted es francesa de origen yugoslavo?
V. S.: Sí y no. Sí, porque en efecto varios miembros de mi familia han muerto o han soportado terribles sufrimientos durante esta guerra. Me sentía muy afectada. Así este documental me ha permitido cumplir la promesa que les había hecho allí: decir a Occidente la verdad. Desgraciadamente, muchos han muerto ya y otros lo harán pronto.
El estrés de la guerra y de los bombardeos ha provocado enormes problemas de hipertensión y no tienen medios para curarlos. Y de cánceres que aumentan a una velocidad vertiginosa. La gente muere en medio de sufrimientos. El balance de la guerra para toda Yugoslavia no es sólo muertos, sino también el estado físico y psicológico en el que han quedado. Y su falta de porvenir.
Realmente Michel Collon me ha hecho un regalo al ofrecerme la materia prima de sus entrevistas que yo he montado. Y sus pertinentes análisis que unen de manera clara esta guerra con la globalización. Esculpiendo y modelando esta materia, he podido hacer hablar a mi sufrimiento, cumplir mi promesa, ponerme en duelo.
M. C.: Ha sido sobre todo Vanessa la que me ha hecho un regalo maravilloso. Yo he trabajado 4 días rodando y ella 4 meses en el montaje. No ha sido fácil, porque yo no soy un cineasta profesional y el material que traje se resentía por ello. Gracias a ella, gracias a su notable compromiso, muchas personas en el mundo podrán descubrir una realidad muy importante.
¿Esta película se dirige sólo a los serbios?
V. S.: ¡En absoluto! Mi principal motivación ha sido sobre todo abrir los ojos a los «franceses, franceses», a todas aquellas personas de Europa occidental a las que se les ha desinformado. Hacerles saber, por ejemplo, que a los no albaneses se les priva de cuidados médicos decentes: mueren porque no hay con qué curarlos, porque se les priva de los equipos médicos necesarios. Que a los niños serbios se les priva de escuelas. Que un centenar de iglesias han sido demolidas. Y que todo esto continúa.
¿Es una película pro-serbia?
M. C.: No. En primer lugar, da también la palabra a muchas minorías nacionales, también perseguidas, «limpiadas». A los gitanos, por ejemplo, expulsados en estos tiempos en todas partes de Europa. Y martirizados en Kosovo. Y también a los judíos, musulmanes, turcos, egipcios…minorías de las que nunca se habla.
Después, muchos albaneses también son víctimas de un sistema mafioso basado en el terror. Uno de ellos pudo testimoniar ante nuestra cámara. ¡Era perseguido porque se había casado con una serbia!
De hecho, no soy pro-serbio ni pro-albanés. Creo que todos estos pueblos son víctimas de estrategias ocultas: tanto EEUU como sus aliados querían destruir a una Yugoslavia demasiado a la izquierda. Querían controlar las rutas del petróleo que precisamente pasan por ahí. Querían instalar su super-base militar de Camp Bondsteel. Y lo han conseguido utilizando, mejor dicho, incitando ellos mismos el conflicto entre serbios y albaneses.
¿Sabe que actualmente a Washington se le acaban los alquileres de 99 años para las pistas de sus bombarderos?¿Puede alguien explicarnos cómo unos bombarderos pueden ayudar a resolver los problemas de las poblaciones de Kosovo?
¿Es, por lo tanto, un objetivo estratégico más vasto?
M. C.: Exactamente. Esta base acerca los bombarderos de EEUU a Moscú y al Cáucaso. Forma parte de un gran plan de crear un cerco porque Washington no cree que Putin y su tendencia vayan a durar eteramente. Y sobre todo, quebrar Yugoslavia y enviar ese mensaje a todos los pueblos del mundo formaba parte del plan global: seréis destruidos si os resistís a la globalización.
La víspera de la guerra un editorialista del New York Times ya lo había indicado claramente: «Para que la globalización funcione, EEUU no debe tener miedo a actuar como la superpotencia omnipotente que es. L mano invisible del mercado nunca funcionará sin un puño firme. McDonalds no puede ser próspero sin McDonnel Douglas, el constructor del avión F-15. Y el puño oculto que garantiza un mundo seguro para las tecnologías del Sicilicon Valley, ese puño se llama ejército de EEUU, Air Force, armada y marines».
Usted ha escrito varios libros sobre estos temas, ¿por qué una película?
M. C.: He constatado que ese medio permite llegar también a los que no leen. Y es ideal para suscitar un debate. Se puede regalar fácilmente un vídeo a un amigo, a un pariente. O bien organizar en casa una proyección y un debate.
Y es urgente porque Bush anuncia que va a atacar a otros muchos países. Una buena ocasión para que los progresistas vuelvan a discutir lo que ocurrió en Yugoslavia. ¿Se corresponden los resultados de la OTAN a sus promesas? ¿Había otros intereses ocultos? ¿Se ha manipulado a la opinión pública por medio de las mentiras mediáticas?
¿Es Yugoslavia una advertencia para Iraq, Palestina y otros muchos países?
M. C.: Sí. La globalización es por esencia la guerra. La política de las multinacionales no ha hecho más que aumentar la distancia entre ricos y pobres de este planeta. La guerra se ha convertidos en el principal método para romper sus resistencias. La guerra contra los palestinos e iraquíes, el Plan Colombia, la agresión contra el Congo por parte de ejércitos interpuestos, las amenazas contra Irán, Siria, Corea…todo forma parte de la misma guerra global.
V. S.: La juventud antiglobalización tendría que informarse más seriamente sobre esas guerras. No se puede permitir que un país que ha utilizado el arma química de la Plata Naranja, las bombas de uranio empobrecido y otras armas similares nos manipule y nos haga creer que lleva a cabo la guerra por la libertad y los derechos humanos. No se le puede dejar gobernar el mundo y organizar una guerras por el interés financiero de sus multinacionales. También me siento encolerizada contra los países europeos que han sido cómplices de esta guerra y se han aprovechado de ella.
Esta película es un recuerdo, una advertencia, una llamada de socorro. De los pueblos de Kosovo y de todos los pueblos amenazados. Cuando la OTAN y el Euro-ejército se dispongan a bombardear a un pueblo, las poblaciones de los países de la OTAN tendrán que sublevarse e intervenir masivamente contra sus gobiernos.
La película anterior, Bajo las bombas de la OTAN, se ha traducido a distintas lenguas, ¿y ésta?
V. S.: Acabo de terminar la versión en serbio-croata. Y se están haciendo otras traducciones. Con las nuevas tecnologías de montaje por ordenador se puede sustituir fácilmente una «pista» de montaje, por ejemplo, la de la voz en off o la de los subtítulos, por otra versión. Ya se han establecido contactos para traducciones al español, italiano ruso, neerlandés, alemán…Creemos que también sería útil traducirlo al inglés o al árabe. Buscamos ayuda para todo eso y para que tenga la mayor difusión posible.
¿Porque la suerte infligida a Yugoslavia amenaza a otros países?
M. C.: Exacto. Esta película se dirige a todos los pueblos del mundo. Kosovo es una advertencia para todo el planeta. Todo pueblo que no quiera vivir de rodillas, todo país que trate de fijar por sí mismo su destino, corre el riesgo de ser golpeado por la guerra global de Bush y sus amigos. La única salida es crear un gran frente internacional de resistencia a la guerra.
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