Introducción
DESCARGAR EN PDFDescargar en EPUBDescargar en mobi
El grupo de Memoria Histórica de CNT Valladolid ha editado el texto FRANCISCO PORTALES SIRGADO, EL MAESTRO LIBERTARIO, para dar a conocer el caso de este compañero, asesinado por el franquismo en la cárcel de Valladolid. Aquí lo puedes leer en distintos formatos. Para tenerlo en tus manos y que lo pueda leer más gente en tiempo real también puedes adquirir tu ejemplar, por solo 1 euro y muy bien editado, en las librerías de Valladolid La Delicia de Leer, Sandoval y La Otra y por supuesto en nuestro local.
Junto a la familia de Francisco, el Grupo de Memoria Histórica se dará a conocer en un acto público el próximo 29 de abril en el centro cívico Esgueva («Cárcel Vieja»). Un paso más para impulsar acciones contra la impunidad y la amnesia colectiva que algunos están tan interesados en promover.
Portada
GRUPO DE MEMORIA HISTORIA DE CNT VALLADOLID
Francisco Portales Sirgado
El maestro libertario
Editado el año 2019
«El lobo nunca dormirá en la misma cama con el cordero. Pero de algo estoy seguro: si conseguimos que una generación, una sola generación crezca libre en España… ya nadie les podrá arrancar nunca la libertad… nadie les podrá robar ese tesoro.»
La lengua de las mariposas
Manuel Rivas
Llevada al cine por José luis Cuerda
Edita: Grupo de Memoria Histórica de CNT Valladolid C/ Juan Bravo, 10 47005 Valladolid
valladolid@cnt.es | www.cntvalladolid.es | @cntvalladolid | cntvalladolid
A modo de Introducción
Antes de empezar, hemos de decir que esta biografía jamás hubiera visto la luz si María Luisa Hernández Portales, familiar directo del que fuera nuestro compañero Francisco, no hubiera buscado con afán toda la documentación que ha aportado para que esta reseña fuera lo más fiel a la historia y completa posible. Tras varios meses de investigación, de cientos de mensajes y de horas de trabajo podemos decir que hemos logrado —o al menos intentando— hilar un relato que esperemos esté a la altura del personaje y de su digna familia. Una familia que vivió todos los momentos importantes de la lucha por la verdadera libertad; una libertad plena; buscando el camino propio y colectivo de la emancipación y que superó fronteras, estados, jerarquías y demás estructuras sociales de dominación.
Hemos aprendido mucho, como ocurre en todo proceso realizado en esta labor que se viene a llamar memoria y que está lleno de humanidad, de solidaridad y de apoyo mutuo. Valores que son emblema del movimiento libertario, de sus organizaciones y de su gente.
Podíamos haber escrito algo bastante más amplio porque cada vez que tocábamos una tecla salían más caminos por descubrir. Aun así, entendemos que Francisco representa muy bien tanto los cambios de los años en los que vivió, como la evolución política hacia el anarquismo, a imagen de la que vivieron miles y miles de trabajadores de la vieja Iberia.
Os dejamos con esta historia real que, como todas las historias reales, no acabó de una manera dulce, sino con el asesinato de quien en su corazón tenía por bandera la justicia y la armonía para todos los seres humanos. Por todo ello, por todos ellos y por todas ellas, gracias María Luisa por hacer aquella llamada y hacernos partícipes de todo esto.
Biografía
Francisco, hijo de Juan Portales y Catalina Sirgado nació el 10 de mayo del año 1871 en Zahínos (Badajoz), zona de grandes dehesas y de un fuerte arraigo a la propiedad común de la tierra —en la que se llegó a comprar entre los campesinos las fincas subastadas por la desamortización de 1885 (1)—. Su padre fue inspector de educación y su madre —al igual que más tarde él— fue maestra.
Maestro de escuela
El 22 de septiembre de 1889 fue nombrado maestro interino en la escuela de su pueblo, Zahínos. Dos días antes renunció al acta de concejal que tenía en esos momentos en el ayuntamiento «por ser este cargo incompatible con el de maestro».
Parece ser que volvió a recuperar su actividad política porque fue elegido concejal en 1902 y 1906. El 1 de julio de 1909 fue nombrado alcalde, repitió el 1 de enero de 1910 hasta diciembre de 1911. A partir de esa fecha no vuelve a aparecer como cargo público. Aun así, participó en la creación de la Sociedad Civil «El Progreso» fundada en 1902 —y que continúa hasta nuestros días— que se encarga de organizar y gestionar la propiedad comunal de los zahineros y zahineras. En esta sociedad ocupa distintos cargos en la junta directiva hasta 1907 —que incluyen la vicepresidencia en 1905—(2).
En 1919 se le otorgó una plaza como interino en el pueblo leonés de Santas Martas(3). También pasó, en 1922, por la escuela de Sesnández de Tábara en plena Sierra de la Culebra de Zamora, donde nació su último hijo de nombre Juan. Los salarios que percibió en su etapa de docencia, fueron inferiores a 3000 pesetas hasta el 1 de junio de 1931 y hasta un máximo de 4000 ptas. a partir del 1 de enero de 1937. Es claro y conciso el esfuerzo que se hizo desde el comienzo de la República para llevar la enseñanza a todas las capas sociales.
La afección del magisterio a este propósito se pagó con sangre y fuego: 60.000 docentes fueron depurados, encarcelados o asesinados(4), poniendo fin así al espíritu libre de la enseñanza que debía servir para dar conocimientos, y con ellos prosperidad, al pueblo.
Familia con ideales libertarios
Su compañera, también enamorada de la cultura, se llamaba Luisa Casamar Portales y tenía un parentesco lejano con él. La pareja tuvo 14 hijos, aunque no todos lograron llegar a edad adulta, que tuvieron acceso a una educación moderna y adelantada a la época que les tocó vivir. Esa educación les sirvió como base para abrazar ideas sociales ligadas a la República y, sobre todo, al potente movimiento libertario. De hecho, posteriormente varios de ellos tuvieron una militancia destacada en las organizaciones del ámbito anarquista.
Por ese compromiso con los más desfavorecidos, su familia y él mismo, sufrieron la represión en todas sus formas:
- Su hijo, Francisco Portales Casamar, afiliado a la UGT y presidente de la federación de empleado
s municipales y obreros de Sevilla durante 1934. Tenía responsabilidades en el matadero de Sevilla donde trabajaba. Fue señalado por un compañero como instigador de planear el ataque a la iglesia sevillana de San Bernardo, cuando lo que hizo fue disuadir. Fue detenido en dos ocasiones, la primera el 24 de julio junto a su cuñado Rafael Herrera Mata, y asesinado con la impunidad total que reinaba en la Sevilla fascista el 23 de agosto de 1936. (5)
- Dos de sus seis hijos, Luis y Juan Portales Casamar, fueron militantes de las Juventudes Libertarias y de la CNT. Luis estuvo encarcelado desde los años 40, pero fue puesto en libertad, y ambos hermanos se reintegraron a la lucha libertaria. En la clandestinidad de 1944, en el Pleno Regional de la CNT, los dos hermanos pasaron a formar parte del Comité Regional andaluz. Huyeron de la represión y se instalaron en Madrid. En 1947 se unieron al comité peninsular de las Juventudes Libertarias (FIJL). Juan estuvo muy ligado a la figura de Juan Gómez Casas, que legalizó la CNT durante la transición; también al periódico de la FAI, Tierra y libertad, que estaba en la clandestinidad, y fundó en el exilio francés la federación local de CNT de Cachan (Val de Marne)(6). Luis fue delegado en el mes de julio por Andalucía en el Pleno Nacional de FIJL que se celebró en Madrid. Días más tarde fue detenido en la frontera francesa y juzgado en Sevilla, se le condenó a una larga pena. Tras pasar un total de 18 años en los penales de Sevilla, Burgos y Ocaña fue puesto en libertad y se exilió a Francia(7).
-
Una de las hijas de Francisco, Suceso Portales Casamar, a partir del año 34 se afilió a la CNT, siendo una importantísima activista por los derechos de la clase obrera y de la mujer. Fundadora de Mujeres Libres e impulsora del vocero de la organización del mismo nombre, llegó a ser subsecretaria de su Comité Nacional. Durante la guerra participó en todas las actividades libertarias de retaguardia —informativas, culturales, industriales etc.—. Con la caída de los frentes se marchó a Londres junto a 184 exiliados a bordo del barco Galatea que zarpó, no sin problemas, desde el puerto de Alicante. Desde 1939 colaboró desde Londres en todos los foros antifranquistas siendo una de las personas que continuaron con su militancia en el movimiento libertario en el exilio(8). Su inmenso legado de escritos, conferencias y mítines se está recuperando y en breve Mérida contará con una calle en memoria de ella. Fue compañera de Acracio Ruiz (su verdadero nombre era José Molina Ortega), también afiliado a la CNT y muy cercano a Cipriano Mera en la defensa de Madrid, creador de la columna «España Libre» y del «Batallón Espartaco»(9).
- Otra hija, Luisa, quedó viuda de Rafael Herrera Mata, ambos afiliados a Unión Republicana. Éste fue tipógrafo, poeta de la generación del 27 y amigo, entre otros, de Federico García Lorca. Fue asesinado el 29 de enero de 1938. Dejó una niña huérfana de dos años, Luisa Herrera Portales(10).
- Por ultimo, su hija Hortensia y su marido (ella era maestra y él joyero y grabador en Madrid) fueron expoliados de sus bienes y desterrados a Zahínos, su pueblo natal(11).
Los valores humanos que portaba, el empuje de sus hijos, ya muy comprometidos en las luchas sociales, y la deriva que fueron tomando los acontecimientos, llevaron seguramente al profesor a dar el paso e implicarse primero en la CNT, en el sindicato único de enseñanza el 28 de julio de 1936, y tiempo más tarde en la FAI, el 1 de octubre de 1938.
Después del golpe militar, fue delegado de la CNT en la comisión provincial de abastos de Guadalajara; se trasladó a esa ciudad (donde estuvo desde noviembre de 1936 hasta abril de 1937) y vivió de cerca la mayor derrota infringida a las tropas franquistas por el ejército popular. También colaboró en la comisión formada para defender el patrimonio artístico de dicha provincia, sin formar parte de ningún batallón miliciano.
Le tomaron declaración jurada en el pueblo de Yélamos de Arriba, en la comarca de la Alcarria, el 30 de julio de 1939 donde residía y trabajaba como maestro. Se inicia así un periplo que le lleva a la prisión de Brihuega y después a la prisión de Guadalajara donde se termina el proceso contra él. Brihuega aún hoy en día es un importante núcleo ferroviario y, según nos cuenta Hortensia, hija de Suceso Portales: «los sexagenarios que habían sido detenidos, entre ellos Francisco, fueron trasladados en tren hasta el pueblo en unas condiciones vergonzosas para su edad» .
Dio prueba de entereza y de una gran serenidad, según nuestro criterio, en esa primera declaración en la que afirmó, entre otras cosas, pertenecer al movimiento libertario desde justo después del golpe. A la pregunta de si había pertenecido a alguna entidad política antes del alzamiento responde que no, pero apunta que propagó « ideas políticas y sociales de emancipación y superación humana» . Nos parece importante hacer esta reseña ya que estaba siendo interrogado a la edad de 68 años y solo imaginar la situación nos parece de una valentía inusual y da prueba de la clase de persona que era.
En un posterior interrogatorio, el 29 de marzo de 1940 en Brihuega, la autoridad golpista pretende situarle en los asesinatos ocurridos en la cárcel de Guadalajara, algo que él niega con rotundidad. No así, un relato que se repite constantemente sobre si portaba o no un gorro de miliciano rojo y negro a lo que responde afirmativamente. No sabemos hasta qué punto es verídico esto último, pero en muchas ocasiones nos encontramos que esos pequeños detalles servían para inclinar la balanza entre la vida y la muerte o entre condenas a cadena perpetua o con tiempo limitado.
Después de esa declaración se inicia el proceso contra su persona el 27 de mayo de 1940 donde, al no poder demostrar su filiación antes del golpe militar, se insiste en su relación con la CNT, la FAI y se reitera que, en sucesivas ocasiones, ha sido visto por Guadalajara con un gorro anarquista. También se le acusa de adiestrar a su hija Suceso en las armas de fuego, de registrar casas y de confiscar mobiliario para su oficina en la plaza de abastos, y de dejar para ello apartado su oficio de maestro.
El 26 de junio de 1940 se le llama a un consejo de guerra bajo el delito aplicado por la autoridad golpista de «auxilio a la rebelión militar» (qué vueltas da la vida, los «rebeldes juzgando la rebelión») y se le impone una pena a 20 años, sin ninguna garantía para su defensa, a pesar de no tener pruebas suficientes en su contra. Se le conmuta la pena a la de 12 años y un día. El compañero en esos momentos ya contaba con 69 años.
Debe estar conectado para enviar un comentario.