CNT, junto con varios colectivos de la ciudad, se manifestó el pasado 2 de junio en contra de los privilegios reales y los gastos militares con motivo de la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en Valladolid.
Además de la asfixia a la que se somete desde arriba al pueblo a base de reformas y recortes mientras ocultan, e incluso engrosan, las partidas destinadas a fines represivos, el pasado sábado 2 de junio decidieron celebrar en Valladolid el día de las Fuerzas Armadas, un evento de exaltación patriótica con la que pretenden camuflar el verdadero problema de fondo; la lucha de clases.
Ni Dios, Ni Patria, Ni Rey
Miles de personas acudieron a la manifestación que recorrió el centro de Valladolid encabezada con una pancarta común con el lema “Ni privilegios reales, ni gastos militares. Servicios públicos y sociales”, y acompañados por una exagerada presencia policial.
Dentro, el bloque anarcosindicalista se agrupó bajo una pancarta propia en la que se leía “ni Dios, ni Patria, ni Rey”, denunciando así a los ejércitos y cuerpos de seguridad que, de la mano de la Corona y la Iglesia, históricos usurpadores del poder económico, político y moral; y bajo la excusa de la defensa de conceptos como el nacionalismo, la jerarquía y la autoridad, son los encargados de ejercer la violencia necesaria contra el pueblo para obligarle a doblegarse y someterse al poder establecido.
La manifestación, que llevó aproximadamente dos horas de recorrido, era animada con gritos como “gastos militares para escuelas y hospitales”, “son militares, no trabajadores” y cánticos como “estamos ya muy hartos de servir al rey”.
Finalmente, la comitiva llegó a la Plaza de Portugalete, donde el pintor Manuel Sierra leyó el comunicado en el que se recordó la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en Valladolid de 1984, y se equiparó el repudio que se tuvo entonces y se tiene ahora “para rechazar los gastos militaristas”. Asimismo, se hizo alusión a los actuales severos recortes en servicios públicos mientras la corrupción campa a sus anchas y se transfieren millones al sector privado, “que sólo en el caso de Bankia alcanzarán los 23.000 millones de euros, y se elevan desde 2009 a un total de más de 133.000 millones para el conjunto de la Banca Privada”, así como la creciente ofensiva represiva del Estado contra los movimientos sociales.
Desde CNT animamos al pueblo trabajador a concienciarse y organizarse contra el Estado y todas sus formas de violencia.
¡¡FUERA MILITARES DE TODOS LOS LUGARES!!
Este el texto repartido durante la manifestación:
¡Fuera el ejército de nuestras calles! ¡No al negocio de la muerte ni a los gastos en represión!
Ante la celebración del Día de las Fuerzas Armadas que se realiza en la ciudad de Valladolid el día 02 de junio de 2012, desde CNT-AIT de Valladolid queremos mostrar nuestro más profundo rechazo ante este tipo de actos que nos retrotraen a épocas en las que el fascismo campaba a sus anchas en todo el Estado español. Y es que no deja de sorprender, con la que está cayendo, esta ocupación del espacio público por una organización criminal, herramienta fundamental del Estado y el Capital para defender sus propios intereses de clase.
Los ejércitos, los cuerpos policiales y la seguridad privada, ejecutores del monopolio de la violencia que ejercen los Estados, encarnan la esencia de conceptos tan arraigados en nuestras sociedades de hoy como son el nacionalismo, la jerarquía, la autoridad y la sumisión. Es por ello que este séquito de mercenarios a sueldo va hoy de la mano de la Corona y la Iglesia, históricos detentadores del poder económico, político y moral.
Estos eventos de exaltación patriótica pretenden camuflar el problema de fondo, la lucha de clases, uniendo a las personas alrededor de ideas segregadoras y rezumantes de odio como son el racismo, la intolerancia, el individualismo, la competitividad y demás abstracciones burguesas.
Desde que acabó la Guerra Fría, los ejércitos buscan justificarse con «ejes del mal» o con el discurso humanitario, lo cual no deja de ser una paradoja al estar integrados por personas uniformadas, entrenadas y armadas para la guerra. Este pretendido lavado de cara lo constata el hecho de que las distintas formas de publicidad de las Fuerzas Armadas invierten millones de euros de presupuesto al año.
Por otra parte, desde el año 2010, en el Estado español los militares tienen la consideración de agentes de autoridad civil, lo que significa que en cualquier situación comprometida el gobierno podría militarizar las calles o los centros de trabajo, como ya hizo este mismo año con motivo de la huelga de los controladores aéreos. Este decreto (RD 194/2010 del 26 de febrero) ha pasado totalmente desapercibido para la población. Las instituciones marcan las directrices en las sucesivas vueltas de tuerca hacia el control social, como el endurecimiento al que se está sometiendo el Código Penal en materia de movilización social.
Es por esto que desde la Anarcosindical nos oponemos frontalmente a semejante esperpento, animando al pueblo trabajador a concienciarse y organizarse contra los que gobiernan nuestras vidas a través del miedo, el control planificado y la represión a todos los niveles.
Contra el Estado y todas sus formas de violencia: ¡FUERA EL EJÉRCITO DE NUESTRAS CALLES!
