El pasado sábado 3 de julio cerca de un millar de militantes y simpatizantes de la Confederación Nacional del Trabajo salieron a la calle para protestar contra la reforma laboral y los recortes que la clase trabajadora están sufriendo en estos últimos meses.
Así, puntuales y con compañeros/as venidos desde Valencia, Granada, Córdoba, Salamanca, etc. la manifestación se inició a las 12 horas subiendo por la calle Atocha. Lo que en principio se preveía una manifestación pasada por agua, se convirtió por momentos en una tórrida y combativa marcha en la que se escucharon proclamas como “obrero si no luchas, nadie te escucha”, “unión, acción, autogestión”, “obrero despierta, el paro está en tu puerta” además de otras que criticaban la reforma laboral.
La manifestación transcurrió sin incidentes reseñables hasta la Puerta del Sol. Allí, Carmen, secretaria de la Confederación Regional Centro, cogió el micrófono y en un mitin claro y directo denunció el nuevo golpe a la clase obrera que supone la reforma laboral, donde los propios trabajadores cotizan para pagarse un fondo de donde se cogerá el dinero para pagar su propio despido, por no hablar del abaratamiento de este, etc. Denunció una crisis que recae en los trabajadores frente al capital que sale reforzado por los gobiernos, y habló de la necesidad de luchar con más fuerza que nunca para plantar cara a los enemigos de la clase obrera.
Poco después Velasco, de la Federación Local de CNT Madrid, denunció el fracaso del capitalismo, que sólo funciona para unos pocos sosteniéndose sobre la explotación de la gran mayoría de los seres humanos. Advirtió además que nada podemos esperar de quien gobierna, pues estamos en manos de empresarios corruptos, políticos corruptos y sindicatos corruptos de cuyas manos ha salido la última reforma laboral. Aludió al pensamiento único que nos hace creer que las medidas que se toman para solucionar los supuestos problemas económicos, es decir, las neoliberales, son las únicas posibles. Así señaló el fracaso de los proyectos políticos reformistas, que además de fallar como proyectos políticos, también han fracasado como proyectos morales.
Frente a esto sólo queda la dignidad de la lucha por la justicia social, que en última instancia debe tomar forma en el comunismo libertario, un sistema hecho por los hombres y mujeres para ellos/as mismos/as y no contra ellos/as (para erradicar así la explotación del hombre por el hombre). Un sistema que se construye antes que nada sobre el humanismo revolucionario de la fraternidad y el apoyo mutuo.
Salud y anarcosindicalismo