CNT Valladolid organiza una exposición fotográfica sobre la guerra civil, centrada en la organización Mujeres Libres, y como parte de los actos de la XX Semana Cultural Libertaria
CNT, en colaboración con la FAL (Fundación Anselmo Lorenzo) organiza una exposición con parte de los fondos fotográficos sobre la Revolución Social de 1936 que se produjo como reacción del golpe militar. Se trata de fotografías que no muestran escenas bélicas sino situaciones y momentos cotidianos de como se organizó la población en las zonas donde triunfó la Revolución social, Catalunya y Aragón fundamentalmente. Destaca el papel jugado por la organización anarquista Mujeres Libres en las diferentes facetas de milicianas así como enfermeras, educadoras, trabajadoras del campo, fábricas, etc. Un papel casi olvidado por la Historia pero que supuso un avance significativo en la lucha por la igualdad de género.
La exposición puede verse desde el día 2 de noviembre hasta el 19 en el centro Cívico de Pajarillos (antiguo mercado central).
Las grandes olvidadas: Mujeres Libres y el anarcofeminismo
Esta exposición proveniente de la Fundación Anselmo Lorenzo que recopila curiosos momentos de la guerra civil y la Revolución Social española (1936-1939) refleja, en algunas de las fotografías, el trabajo que desde la organización Mujeres Libres se desarrolló dejando una profunda huella entre quienes las conocieron y formaron parte y supuso, en aquellos años, un estallido de originalidad y creatividad.
Se cumplen 80 años desde el inicio de la Revolución española y también, concretamente en abril de 1936, de la creación de Mujeres Libres como federación. Una agrupación de mujeres anarquistas, militantes de CNT y de otros organismos libertarios como ateneos y Juventudes Libertarias que llegó a contar con más de 20.000 afiliadas y 170 secciones locales en todo el país sin cobrar ninguna cuota. Su revista,”Mujeres Libres” fue una de las más interesantes del periodismo español y a través de ella configuraron todo un bagaje ideológico anarco-feminista que fue calando en la entonces arcaica mentalidad de la sociedad española.
Concha Liaño, una de sus fundadoras comentaba en una entrevista en el exilio: “era emocionante, conmovedor, comprobar como las mujeres se esforzaban en aprovechar una ocasión que les permitía salir de su resignada impotencia y de tantos siglos de injusto sometimiento (…)”.
Estas mujeres que no solo lucharon en la retaguardia sino también en el frente de guerra como milicianas, no fueron reconocidas ni valoradas, a veces incluso entre sus propios compañeros libertarios. Supieron unir la lucha contra la explotación capitalista con la opresión patriarcal siendo, en cierto sentido, las pioneras de las organizaciones feministas creadas posteriormente con el final del franquismo. Lo que las diferenciaba de otras agrupaciones de mujeres, como las comunistas era que “su principal objetivo, incluso en mitad de la guerra, era la capacitación de las mujeres, no solo su movilización en las actividades de apoyo al esfuerzo de guerra”.
En su revista, “Mujeres Libres”, hecha por y para mujeres, vetaron la colaboración de hombres ilustres que quisieron colaborar enviando artículos, a excepción del artista zamorano Baltasar Lobo que era el ilustrador y maquetista de la publicación.
La Federación de Mujeres Libres estableció comedores colectivos, organizó cursillos de alfabetización, enfermería, puericultura, envió víveres al frente, abrió escuelas de chóferes para mujeres, para conductoras de tranvías, produjeron programas de radio, pero sobre todo lucharon “contra las acciones chovinistas de sus pares masculinos”.
Defendieron la libertad sexual de las mujeres y su derecho al placer sexual fomentando los anticonceptivos y preconizando el amor libre:”prohibir a cualquiera procrear nos parece tan absurdo y atentatorio a su libertad como absurdo y atentatorio a su libertad sería querer obligarle a procrear. Es padre o madre quien quiere y puede. Es un asunto puramente individual. Creen, los infelices, que la fémina no es ni debe ser dueña de su cuerpo sino que ha de pertenecer solo y exclusivamente a un varón: él. Su conducta es exactamente la misma de los partidarios del matrimonio legal, canónico o no, puesto que la unión monógama y la familia indestructible son la base y sostén de la Religión, del Estado y de la Propiedad Privada”.
En 1938 la revista dejó de aparecer y la organización como tal finalizó con el triunfo de las tropas franquistas en 1939. Muchas de sus militantes habían muerto en el frente, otras asesinadas en las cunetas o en las cárceles y el resto tuvo que exiliarse.
Con esta exposición que nos cede la Fundación Anselmo Lorenzo queremos destacar y rendir homenaje a la labor tan importante que nuestras bisabuelas, abuelas y madres desarrollaron en aquellos años y que aún hoy no ha sido suficientemente reconocida.