Parte del programa de actividades abiertas para la Escuela de Verano 2017 de CNT en Traspinedo (Valladolid) está formada por una exposición de materiales preservados por la Fundación Anselmo Lorenzo, fotografías y carteles que se expondrán en un salón del ayuntamiento del 14 a 20 de agosto -lunes a sábado de 18 a 20 h y sábado y domingo de 12 a 14 h-.
El 18 de julio de 1936 los militares franquistas inician un golpe de Estado contra la República española. Gran parte del país cae en sus manos en poco tiempo. Pero en ciudades como Barcelona, donde el sindicato Confederación Nacional del Trabajo (CNT) tiene gran implantación, la clase trabajadora defiende sus derechos. Antes de que acabe el día el ejército ha sido derrotado y las organizaciones obreras se ponen codo a codo a organizar la economía, vista la huida de los propietarios afines al golpe que temían por sus privilegios.
Si los franquistas esperaban una victoria rápida, la realidad frustró sus planes: la unión de obreras y obreros en pie de igualdad evitó que la población se sintiese desamparada ante la amenaza militar.
Ante el vacío de poder que el golpe produjo, las organizaciones obreras como CNT tuvieron la ocasión de llevar a la práctica sus ideas de mejora social.
Partían de una situación en que la mayoría de la población estaba condenada al atraso y la falta de oportunidades, sin otro horizonte que el yugo de la fábrica o las jornadas extenuantes en el campo, sin derecho a la educación o a la sanidad; y demostraron que sus ideas no eran utópicas, sino viables y capaces de sacar adelante una sociedad más libre y con derechos para todas y todos.
Esto fue posible gracias a un trabajo previo de educación y formación. Los logros de la clase obrera en estos días fueron la cosecha de lo sembrado por organizaciones como la misma CNT o como Mujeres Libres. Esta última puso todo su empeño en liberar a las mujeres trabajadoras de lo que ellas llamaban “la dictadura de la mediocridad” a través de cuatro puntos:
- Emancipar a la mujer de la esclavitud a la que siempre había estado sometida: esclavitud de hembra, esclavitud de ignorancia, esclavitud de productora.
- Combatir la ignorancia capacitando a las compañeras por medio de clases, conferencias, cine, teatro…
- Lograr una auténtica coincidencia entre compañeras y compañeros: convivir y no excluirse, sumando energías en la obra común.
- Preparar una poderosa aportación a la tarea revolucionaria constructiva, ofreciendo a la misma enfermeras, profesoras, médicas, artistas, obreras inteligentes, en vez de buena voluntad llena de ignorancia.
Aunque tres años de fuerza militar al servicio del privilegio y la cerrazón mental barrieron toda aquella energía, quedó grabada en documentos. En esta exposición de la Fundación Anselmo Lorenzo ( fal.cnt.es) tenéis una pequeña muestra.
No se puede entender la guerra española fuera del contexto de una Europa en conflicto. Por un lado dictaduras como la Alemania nazi o la Italia fascista; por otro, los defensores de la libertad y de la justicia, con la sombra de la revolución rusa de 1917 despertando temor y esperanza.
La guerra española fue un preludio de la Segunda Guerra Mundial, pero también un ejemplo de lo que puede conseguir un pueblo comprometido en la lucha por una sociedad más justa y más libre.
El cartel impreso es un baluarte de la cultura visual de masas desde que nace en el siglo XIX debido a su tamaño -que le permite ser visto por muchas personas a la vez-; también a poder tener tiradas masivas y a la integración de un mensaje mediante texto e imagen.
Como vehículo propagandístico, los carteles serán empleados por los dos bandos en la guerra española, siendo más abundantes y artísticos los del bando republicano -ya que sus ciudades tenían más tradición en este campo y mejores cartelistas. Así, estos carteles, además de ser una muestra del arte de aquel tiempo, son un complemento perfecto para entender esta época.
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