El anarquismo más allá de la Internacional
La Internacional llega a España en el otoño de 1868 y, al año siguiente, ya está instalada en Valladolid, en lo que es una especie de isla del progreso asociativo en el oeste durante años. Su objetivo es la emancipación obrera, lo cual supone un proceso en el que las personas conectan con el librepensamiento y, al estar impregnado de anarquismo en esta tierra, sus efectos van mucho más allá del mundo del trabajo: se inicia la emancipación de la mujer, fuera de los ámbitos feministas del sufragismo; se va conformando la sociedad civil, fuera del dominio religioso; se vislumbran actitudes ecologistas, antimilitaristas, etc. Se espera, en fin, una sociedad equitativa.
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