Crónica de la charla organizada por CNT Valladolid el 26 de diciembre
Con un lleno total del local de CNT se desarrolló la charla que Helena Sanz Requejo “Helen” presentó como conclusión de su tesis doctoral sobre dos casos de experiencias decrecentistas en Barcelona.
Según ella, decrecimiento significa que las sociedades utilicen menos recursos naturales y organicen y vivan de forma diferente a hoy día: «Compartir», «simplicidad», «convivencia», «cuidados» y «comunes» son significados a los que esta sociedad debería mirar. La distribución de poder entre géneros está intrínsecamente relacionada con el sistema capitalista, la distribución de beneficios e ingresos en el sistema económico actual trae consigo unas relaciones de poder desiguales de clase y de género. No podemos ver cómo se reduce el consumo si no es mediante el anticapitalismo. Y es aquí, donde el anarquismo y el feminismo tienen muchos puntos en común con el decrecimiento.
Pasó a hablarnos de los dos casos diferentes del área de Barcelona, ciudad interesante ya que posee muchas iniciativas decrecentistas que operan coexistiendo con colectivos feministas y LGTB+. Por lo tanto, la información primaria obtenida de estos casos contribuye directamente a la comprensión de como el papel del género no heteronormativo facilita una distribución diferente del trabajo reproductivo y como este trabajo está actualmente distribuido bajo un análisis no binario.
Primero nos habló de Can Masdeu , una comunidad que se autodefine como urbana pero que está situada a las afueras de Barcelona, más concretamente en el parque Collserola. El edificio era un antiguo hospital de leprosos abandonado durante 53 años antes de su desahucio final. El sitio fue famoso en 2002 cuando los ocupantes resistieron a su desalojo encadenándose y subiendo sobre trípodes. Durante una oposición que duró tres días, la policía fue incapaz de desalojar a los ocupantes, lo que llevó a un juicio que los propietarios ganaron, pero no ha habido orden de desalojo hasta el momento.
Tienen todo tipo de talleres, huerto y residencias. En la actualidad la constituyen unas 30 personas entre adultos y niñas que lo ocupan de forma permanente. Se organizan asambleariamente repartiéndose equitativamente el cuidado de niños, limpieza, comida, huerta. La mayoría de los domingos el centro se abre, y entre 100 y 300 personas suben la colina a comer o participar en actividades relacionadas con ecología, activismo y autogestión.
La Cooperativa Integral Catalana es una red cooperativista y colectivizadora originaria, que tiene por objeto la transformación social desde abajo, mediante la autogestión, la autoorganización y el trabajo en red. Su actividad se inició en 2010 y se constituyó como «un proyecto de construcción de una alternativa integral al capitalismo», con una estructura legal formada por diversas figuras jurídicas (Cooperativas mixtas, de consumidores y usuarios, de servicios …) que pretenden servir de herramienta a múltiples personas, proyectos y redes en su relación con el Estado, rompiendo con el modelo de «un proyecto, una cooperativa» y cubrir asimismo todas las necesidades de sus socios –alimentación, vivienda, empleo, salud, educación, protección social y transporte– cortando progresivamente los lazos con el capitalismo. Cuenta con alrededor de 300 proyectos productivos individuales o colectivos, unos 30 núcleos locales, las llamadas ecoxarxes (ecoredes, en catalán). La propia cooperativa estima que hay involucradas un total de 5.000 personas.
Aunque ambos casos han sido estudiados por Claudio Cattaneo y Marc Gavaldá, 2010; David Bollier y Pat Conaty, 2014, hay una ausencia importante de investigaciones sobre su funcionamiento desde una perspectiva de género, que es el tema principal de la investigación que hoy nos ha mostrado su autora y del que nos ha dejado algunas pinceladas de su tesis doctoral.
Al finalizar hubo diversas intervenciones y preguntas que aclararon aún más el tema; incluso durante el “picoteo”, preparado a continuación, seguía produciéndose el debate entre alguno de los grupos que se formaron entre tapa y tapa.