Ecologistas en Acción pide el cierre de Garoña y convoca la marcha contra la central // El próximo domingo 31 de agosto se celebrará la Marcha contra la central nuclear de Garoña (Burgos), en un año especial en que el futuro de esta planta está en discusión, puesto que se debe decidir su continuidad o apagado en julio de 2009.
La decisión sobre Garoña, cuya seguridad está seriamente degradada, será la piedra de toque que muestre la política del Gobierno en materia de centrales nucleares.
La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) es la más antigua de las españolas: cumplirá 38 años en 2009. Garoña es perfectamente
prescindible, pues sólo suministra el 1,3% de la electricidad que se consume en España (menos que los parques eólicos de Castilla y León), y está llena de achaques. En 2008 ha sufrido ya 5 incidentes, entre los que destaca por su importancia el fallo de las baterías de alimentación de emergencia (conocidas como UPS, siglas inglesas de alimentación ininterrumpida de potencia) el pasado 19 de agosto. Este sistema es clave para garantizar que los sistemas de emergencia funcionan en caso de que la alimentación eléctrica falle, lo que ocurrió justamente el pasado 25 de agosto.
Estos incidentes no son más que un reflejo del mal estado general de la central, que presenta un gran número de sistemas degradados. Según un informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), la planta presenta 78 elementos severamente degradados y otros 135 componentes con un estado de degradación medio o bajo. Pero el defecto más grave de la central es la corrosión que afecta al circuito primario. En concreto, el barrilete y las penetraciones de las barras de control están severamente afectados. El primero se encarga de mantener la integridad del núcleo del reactor, donde se produce la reacción nuclear, y las segundas son el verdadero interruptor que permite para la central nuclear en caso de emergencia. Ambos sistemas han sufrido reparaciones chapuceras que no garantizan la seguridad y que obligan a los trabajadores de la central a realizar difíciles inspecciones que les condenan a sufrir altas dosis radiactivas.
La decisión que, en primera instancia, tome el CSN y, en segunda instancia, tome el Gobierno, es una piedra de toque clave que anticipa la política nuclear del gobierno. La decisión que se tome sobre Garoña, bien procediendo a su cierre, bien prorrogando su permiso de explotación que caduca en julio de 2009, muestra la postura que el Gobierno de Zapatero adoptará según las centrales vayan agotando su vida útil. Si la decisión final es imponer fuertes inversiones para que la central nuclear continúe, en Ecologistas en Acción estamos seguros de que Nuclenor, empresa propietaria de la central, no tendrá problemas en desembolsarlas porque en Garoña se decide algo más
que el futuro de una central nuclear. La decisión que aquí se tome mostrará lo que el Gobierno irá haciendo con las centrales según vayan cumpliendo los 40 años de vida.
La decisión que se tome tendrá incluso repercusiones internacionales, puesto que mostrará a nivel Europeo y mundial la postura del Gobierno Español. El cierre de Garoña sería en el debate nuclear equivalente a la retirada de las tropas de Irak en el debate sobre la guerra.
Por todos estos motivos, Ecologistas en Acción pide el cierre inmediato de Garoña y llama a participar en la marcha contra la central que partirá de Barcina del Barco (Burgos) el próximo domingo 31 de agosto a las 12 de la mañana.
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