El acto del dia 24 en la Biblioteca Pública reunió a cerca de 50 personas en su mayoría jóvenes, y este hecho responde sobre todo al compromiso adquirido desde el CSA la Ardilla Roja de asumir la defensa del derecho a la Salud de la comarca de Cuellar y especialmente el derecho bien ganado tras años de esfuerzo por los mayores. Los conciertos por la salud de esa misma noche, que agruparon a varios cientos de personas en torno a nuestro propósito, también dejaron de manifiesto esa voluntad.
Nuestra iniciativa estaba enmarcada en unas Jornadas Salud y Solidaridad que incluyeron en Valladolid los temas de la deplorable sanidad penitenciaria, a la que se propusieron soluciones de lucha al lado de los presxs y sus justas reivindicaciones. También se abordó la salud mental con la intervención de Guillermo Rendueles.
Por su parte la charla debate de Cuellar contó con una presencia mayoritaria de la juventud,previamente comprometida con la publicación de una carta abierta a los abuelos, que reproducimos en parte:
… Según parece los señores que mandan aquí y a los que mandan en otros sitios de España son insaciables y no les basta con lo que tienen ni se conforman con haber explotado a nuestros viejos y habernos convertido en esclavos a nosotr@s en nombre de una crisis que para ellos es nadar en dinero.
Por lo que vemos, ahora también quieren dar muy mala vejez a nuestros abuelos, cuando ya están cansados y enfermos Eso nos duele mucho y ya es más que demasiado….
Hasta ayer, fueron cargándose el curro de nuestros padres, cerrando empresas, bajando las indemnizaciones por despido, dejando a gente con más de 55 años sin nada de nada , pero es que ahora, colegas, ahora van a por nuestros abuelos:
– Ya no les llega para pagar las recetas sin renunciar a alguna comida o alimento del día, o esperan sin saber cuándo van a ser tratados de sus numerosas pellas, gastan lo que no tienen de en ir a Segovia para visitar a cualquier especialista, hacer una prueba etc.
-En el Centro de Salud , y en los consultorios de toda la comarca ya ni apenas pueden hablar con l@s médic@s, y enfermer@s, tod@s esclavos del puto ordenador que da más guerra que poco y para encima ,ell@s siempre tienen que doblar jornadas de otros compañeros y las colas son de más de 40. Siempre con prisas , no les llega más que para atender urgencias, papeleo y si acaso para dar los buenos días. Así no se puede trabajar y ell@s también deben reconocerlo.