Los elementos centrales de este homenaje fueron por un lado la proyección de la película El entusiasmo la historia de ese movimiento libertario de los setenta en el estado español, al que Fernando Carballo se incorporó como un referente ineludible-, y por otro la edición de un folleto conmemorativo: Fernando Carballo, furia libertaria, con portada de Raulowsky (descárgalo en este enlace).
El texto base del folleto es obra de la compañera Gemma Soriano, de CNT Catalunya, que comparte en él sus conocimientos e interpretaciones de la vida de Carballo, como parte de una investigación más amplia sobre la historia del movimiento libertario -incluyendo los encarcelamientos por el primero de mayo en Valladolid-. Gemma es trabajadora de la hostelería, afiliada a CNT Catalunya-Balears, y estuvo con nosotras en los actos, tanto en el coloquio de la proyección de El entusiasmo como en otros espacios de estos días; en todos ellos su perspectiva de persona implicada en muchas de las luchas libertarias que siguen vigentes desde los setenta contribuyó a centrar y orientar el debate de manera cuestionadora y productiva.
Para llevar a cabo estos actos de conmemoración iniciamos el contacto con familiares de Carballo como su hijo Luis y su sobrina nieta Olga Carballo Blanco.
Olga nos envío un texto que por sí sólo justifica la actividad:
Nunca habría podido imaginar que esto sucedería.
Cuando era muy pequeña, sentí dentro de mí que tenía una historia familiar diferente a la de muchas y muchos de nosotros y nosotras.
Desde muy pequeña ya le hacía preguntas a mi familia pero no tenía respuestas. Sin embargo, me sentía arrastrada por un sentimiento extraño. Todos y todas se negaron a hablar conmigo.
A los 40, volví a preguntarle a mi tío sobre un secreto de familia: ¿es cierto que Fernando atentó contra Franco? Y me dijo que sí.
Fue una explosión para mí y comencé mi investigación a través de internet.
A partir de entonces seguí contactando con las personas implicadas que me facilitaron documentos y un relato personal de Fernando.
Durante un año, lloré todos los días…
Fue felicidad… Ojalá fuera mi padre.
No era de ninguna élite ni buscaba el poder.
Cuando leí su relato personal, pude ver lo digno que era, hijo del pueblo, hijo de la libertad.
Me imagino lo que debió sentir al encontrar a Aniceto en las calles de Valladolid donde corría la sangre del pueblo español. Aniceto, mi bisabuelo, con el rostro desgarrado por las balas de los falangistas.
A pesar de estos muchos años de tortura, siguió siendo digno y el mismo hombre que siempre ha sido. Nunca dejó de creer en la libertad del pueblo español.
Su discurso de 1977 tiene un poder que todavía perdura.
Fernando hoy no hubiera querido un homenaje porque en realidad Fernando era un hombre humilde y lo que hizo fue por todo un pueblo, por todas esas mujeres, esos niños, esas personas anónimas que no han dejado de luchar contra la dictadura y el fascismo.
¡¡¡Manténganse unidos, no se dividan!!!
Lo que dijo en 1977, te habla a ti, le habla a la juventud… también a la de hoy ¡¡¡porque la lucha continúa!!!
Abracen sus propias historias y las luchas de los mayores.
En el mundo ¡¡¡tenemos las mismas luchas!!! Anticolonial, anticapitalista, antirracista, contra la violencia policial y los asesinatos, antifascista…
Gracias a todos vosotros y todas vosotras.
Inevitable fue cerrar la proyección con una demostración de solidaridad con Las 6 de la Suiza.