Agentes de la policía municipal de Valladolid vuelven a interferir en la tarea de los movimientos sociales, incautando carteles para la difusión de la huelga feminista del 8 de marzo. Lo que el ayuntamiento de Valladolid anuncia por la mañana que se puede hacer, intenta ser impedido por los representantes municipales cuando llega la noche. Misterios sin resolver pero de fácil explicación a los que contribuye la promulgación de la «Ordenanza para la protección del medio ambiente«, reforma de la ordenanza antisocial del ayuntamiento del PP que pretende hacer de espada de Damocles colgando sobre la cabeza de la ciudadania que callejea y protesta; de nada vale reformar ordenanzas mordaza, lo único positivo sería derogarlas.
En la noche del dos al tres de marzo cuatro personas de CNT se encontraban pegando carteles referentes a la huelga feminista del 8 de Marzo en el barrio ‘Villa del Prado’ en Valladolid: tras pegar varios carteles en la calle Monasterio de Santo Domingo un coche gris se paró, se situó a su altura y dos personas que estaban en su interior empezaron a grabarlos con sus móviles.
Para prevenir posibles problemas los compañeros fotografiaron la matrícula del coche en cuestión, mientras seguían caminando para poner los carteles. Acto seguido este coche se aceleró y paró, se bajaron esas dos personas y dijeron «¿No sabéis que no se puede fotografiar a la policía?» a lo que respondieron los compañeros que ellos no se habían identificado en ningún momento como policías y que si veían a alguien grabándoles de manera sospechosa, lo más normal es coger la matrícula por si había algún problema.
Después hicieron borrar la fotografía del móvil a la persona que la hizo, identificaron a los presentes y dijeron que se iban a llevar los carteles. Los compañeros dijeron que no iban a poner ningún problema, pero que la policía hiciese un acta de incautación. Que si no hacían acta de incautación tendrían que llevarles a comisaria con los carteles.
Pasó mucho tiempo y estos compañeros tuvieron que llamar al abogado para que los policías por fin hiciesen el acta de incautación, en el cual no pusieron ni las razones por las que se incautaban esos carteles ni la descripción de los carteles por lo cual no se firmó dicho acta.
Siguió pasando el tiempo hasta que tras muchas llamadas que hicieron los policías intentando hablar con algún superior, aparecieron otros dos policías también de paisano (no se identificaron en ningún momento) a los que les dijeron que nadie se quería mojar.
Durante este tiempo uno de los compañeros relató lo que estaba sucediendo por twitter para hacer público el atropello que se estaba cometiendo.
Por fin se llevaron los carteles e hicieron amago de llevarse el cubo y las escobas, pero no quisieron mancharse con la cola y dijeron que los compañeros tenían que tirar la cola; esto fue algo que la gente de CNT no hizó, abandonando el lugar sin más problemas.
La pegada continuó junto a mas compañeras de la Asamblea Feminista 8M de Valladolid, que dieron así a conocer por la zona la convocatoria de huelga feminista de veinticuatro horas para el 8 de marzo. Se llevo así a término lo pretendido esa noche, a pesar de la inseguridad que crean las contradicciones y despropósitos de un ayuntamiento que insiste en imponer cortapisas a la libertad de expresión. Afortunadamente, somos más manos trabajadoras y carteles que policías de ronda, y luchamos porque la proporción siga creciendo a nuestro favor.
POR CADA CARTEL QUE QUITÉIS PONDREMOS OTROS CIEN
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