La semana pasada recibíamos la información de la reapertura de un proceso penal contra militantes anarcosindicalistas a raíz de un conflicto sindical llevado a cabo por nuestro sindicato contra el restaurante Zaatar Vegetariano. Dicho proceso, iniciado en su día por el empresario, ha derivado en una investigación por parte de los Mossos d’Esquadra, amparados en la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación. La justificación de tal investigación está en la “posible existencia de un grupo criminal” supuestamente relacionado tanto con el caso de Zaatar como con otros conflictos sindicales.
Este hecho esconde unas perversas intenciones. Se pretende investigar las prácticas anarcosindicalistas y equipararlas a “grupo criminal”. Frente a esto no nos podemos quedar callados. Por tanto, convocamos una concentración el próximo viernes 20 de mayo, a las 9:00h en la Ciutat de la Justicia, coincidiendo con las declaraciones de algunos de los imputados.
[/Barcelona, 17 de mayo de 2016/]
Con este comunicado, el SOV de la CNT de Barcelona queremos dar a conocer el hostigamiento y persecución ideológica que nuestro sindicato está recibiendo por parte de la Brigada de información de los Mossos d’Esquadra, de la mano del Fiscal de Delitos de Odio y Discriminación el Sr. Miguel Ángel Aguilar. Tras varias operaciones represivas a militantes anarquistas durante estos años, no nos sorprende en absoluto esta vieja deriva totalitaria intrínseca a cualquier poder que busca perpetuarse a cualquier precio, incumpliendo de forma categórica sus propias normas positivas y usando el Derecho Penal como herramienta de control de la disidencia interna. La brigada de información de los Mossos d’Esquadra ha cogido las denuncias de un empresario perturbado para montar una investigación contra militantes de nuestro sindicato que trasciende el simple conflicto puntual, atacando las mismas bases del anarcosindicalismo, calificando, nuevamente, de conductas delictivas aquellas que se salen del control protocolario del estado. Y es que algunos se están empeñando en acabar con toda alternativa de lucha política y sindical basada en la autoorganización y en la defensa directa de los propios intereses sin mediación. Por un lado premian a aquellos sindicatos que se han convertido en meras gestorías jurídicas mientras que por otro atacan toda acción sindical que se salga de ese concepto de entender las relaciones laborales. Pero lo cierto es que nos nutrimos de la experiencia histórica que han forjado los sindicatos revolucionarios, aquellas trabajadoras que han conquistado todos los derechos que hoy disfrutamos. Y es que la propia naturaleza del conflicto de clases y su importancia histórica se ve reconocida en la misma legislación que pretende organizar y suavizar las relaciones laborales. No es casual que las trabajadoras podamos autoregular nuestras condiciones laborales a través de la negociación colectiva, una potestad que únicamente nos beneficia con la fuerza que nos otorga la unión y la acción directa frente a la patronal y que nos es contraria cuando sucumbimos al veneno de la delegación que fulmina nuestra fuerza organizada y, por ello, se maneja por los parámetros de la estricta legalidad. Y es que la legalidad en las relaciones de trabajo no son topes de la acción sindical, mas al contrario, son puntos de partida de la misma, y toda acción deberá ir dirigida a sobrepasarlos y a imponer nuevas condiciones más beneficiosas a los trabajadoras, ya que es exigencia del movimiento obrero sobrepasar dichos límites para avanzar hacia la revolución social. Nos acusan de extorsión y coacciones a empresarios, y ahora quieren imputarnos delitos de grupo criminal porque los trabajadores se organizan en nuestro sindicato para desarrollar su acción sindical y defender sus propios intereses de forma directa y con las herramientas clásicas del movimiento obrero, hoy dormido por la falsa esperanza de prosperidad y las migajas que le otorgan el fraude de ley instaurado como un cáncer en las relaciones laborales, que hace que los sindicatos se hayan convertido en meros despachos jurídicos que mendigan el cumplimiento de la legalidad vigente en vez de ir a la conquista y mejora de nuestras libertades. El Sindicato de Oficios Varios de Barcelona, lejos de victimizarse, se reafirma en el modelo sindical basado en la Acción directa y el apoyo mutuo entre trabajadoras de todos los sectores como única herramienta para construir un futuro digno para las oprimidas.
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