Hace ya cinco meses que el sindicato CNT-AIT entró en conflicto con la fundación ADSIS, debido al despido de una de sus afiliadas. El despido fue consecuencia de las continuas reclamaciones por parte de la trabajadora ante los numerosos abusos cometidos por sus superiores jerárquicos en esta ONG.
La compañera de CNT tenía contrato de trabajo con categoría de Administrativo, a pesar de lo cual se veía obligada a desempeñar tareas propias de categorías superiores, tales como análisis de balances, previsiones, etc…, realizando en numerosas ocasiones horas extra las cuales nunca fueron remuneradas por la fundación ADSIS.
En ocasiones, con motivo de las subidas anuales del IPC y su aplicación a las tablas salariales, ADSIS pretendió hacer sufrir a la trabajadora las consecuencias de los errores que l@s administrativ@s de la sede central cometían en sus cálculos.
A pesar de padecer artritis reumatoide, se le encomendaban tareas de carga y trasiego de pesos, (tareas que tampoco tienen relación alguna con el puesto de administrativo) y por otra parte, las condiciones del centro de trabajo resultaban altamente perjudiciales para una persona con la antedicha dolencia (continuas corrientes de aire frío, pues se mantenían las ventanas abiertas incluso en invierno sin consideración alguna, humedad en los almacenes, humos de tabaco…).
Finalmente la gerente de la fundación pretendió obligar a la trabajadora a firmar un escrito en el que renunciaba al reconocimiento médico anual obligatorio. El sindicato CNT-AIT tiene constancia de que esta práctica ilegal es habitual en ADSIS, pues le ha sido confirmado por vari@s ex-emplead@s de la fundación que aportaron dichos escritos, los cuales el sindicato tiene copia. Est@s ex-trabajador@s también confirmaron el impago de horas extra e incluso comentaron haber estado trabajando sin contrato.
La afiliada de CNT, naturalmente, se negó a firmar la renuncia y acudió al reconocimiento médico, siendo ésta la “indisciplina” que hizo “insostenible” la permanencia de la trabajadora en su puesto. La compañera fue despedida, rescindiendo su enésimo contrato por obra o servicio, pues ADSIS no parece considerar que un contrato indefinido sea una de las condiciones laborales justas que esta fundación exige.
En la carta de despido, la fundación admite que éste es improcedente (es decir, injustificado y por lo tanto abusivo), y depositó en el juzgado la cantidad que preveía tendría que pagar, siempre según la ley laboral española para poder deshacerse de una trabajadora que hacía valer sus derechos. Por supuesto, esa cantidad es pura calderilla para una entidad con 313,388,16 € de presupuesto anual (solo en uno de los centros de Valladolid), en su mayor parte (un 87,87 %) recibido mediante subvenciones de distintos gobiernos regionales y el estatal de este país.
Desde el mismo inicio del conflicto, la gerente en Valladolid, Dª Aurora Corona Velasco, se ha negado en redondo a solucionar el conflicto mediante el diálogo, a pesar de que delegados de CNT-AIT han acudido en repetidas ocasiones a la sede de Fundación ADSIS.
La estrategia de esta fundación era clara: Ell@s saben perfectamente que las leyes laborales están hechas por y para l@s empresari@s y que, con dejar transcurrir el proceso legal bastaría para que un juez diese por cerrado el conflicto con una indemnización mínima. Se dió así la paradoja de que la Fundación ADSIS, que denuncia las injusticias de este sistema para con l@s trabajador@s del tercer mundo, se ampara en este mismo sistema para reprimir a sus propi@s trabajador@s en este país…
Tal y como la Fundación preveía, hace escasas fechas que la trabajadora despedida se ha visto obligada a recoger las migajas que la “ONG” le había destinado como compensación por el despido, ante la posibilidad de quedarse con una cantidad aún más baja al ir a juicio y tener que hacer frente a los gastos que ello supone.
Ante esta situación el sindicato CNT-AIT ha manifestado que ADSIS debe tener claro que aunque la vía legal haya quedado agotada, sigue existiendo un conflicto y este sindicato no lo va a dar por cerrado en tanto la empresa (pues aunque digan ser una ONG funcionan como una empresa) no se avenga a sentarse a dialogar para encontrar una solución satisfactoria.
Además es un principio de CNT resolver los problemas de l@s trabajador@s directamente con l@s empresari@s, sin mediaciones de tipo judicial, utilizando la negociación directa trabajador-empresari@, y por tanto, no puede renunciar a la solución de este asunto mediante el diálogo. La Fundación ADSIS se ha negado a ello desde el inicio del conflicto, confiando en el amparo de una ley que en otros momentos denuncian como injusta, y cayendo así en flagrante contradicción con los principios que esta asociación dice defender.
Por otro lado, como sindicato de clase, CNT no puede permitir que empresari@s y demás personajes que viven a costa del trabajo de los demás dispongan impunemente la suerte de l@s trabajador@s al amparo de leyes manifiestamente injustas. Y mucho menos si estas práticas se llevan a cabo desde entidades que dicen defender la justicia social, el comercio justo, etc…
La práctica del despido barato no es más que una forma de comercio en el que l@s trabajador@s son la mercancía, y el comercio con personas nunca puede ser justo. ADSIS debería resolver esta contradicción cuanto antes, pues de lo contrario su participación en plataformas de comercio justo y consumo responsable resultaría ser un descarado ejercicio de la más nauseabunda hipocresía.
CNT-AIT solo exige que ADSIS cumpla con los principios que dice defender, que lleva como bandera y que le sirven para justificar el ingreso de sumas enormes de dinero procedentes de las arcas públicas.