El objeto de la rueda de prensa de hoy es denunciar públicamente el acoso, criminalización e incluso amenazas, que está llevándose a cabo por parte de las fuerzas “del orden”, hacia determinados colectivos.
En el caso concreto de CNT de Valladolid, queremos referirnos a los hechos acontecidos durante la manifestación del 1º de mayo, que este año, que como otras manifestaciones y al igual que en otros muchos años, ha trascurrido de forma pacífica, acompañándonos multitud de personas de todas las edades, desde niños a personas mayores, en nuestra denuncia contra reformas labores y recortes sociales que estamos sufriendo la clase trabajadora.
En esta ocasión, a falta de unos 40 m. para finalizar la manifestación, irrumpieron tres policías que a empujones y golpes cogieron a dos chicas, lo cual creó un desconcierto y revuelo innecesario seguido de una recriminación y abucheos por parte de los manifestantes. Acto seguido apareció un importante número de antidisturbios cargando, contra la gente congregada y dirigiendo sus golpes mayormente a la cabeza.
La policía justificaba posteriormente ante la prensa, -su lamentable y
desmesurada actuación en nuestra opinión,- porque se habían producido
destrozos en un cajero automático de una sucursal bancaria.
Tenemos que decir que esto es una falsedad, pues no se dañó ningún cajero, ni ningún otro tipo de mobiliario urbano sufrió daños, en el trascurso de la manifestación. Ningún cajero dejó de funcionar por las posibles actuaciones que ese día llevaran a cabo los participantes en la manifestación del 1º de mayo.
Ha de destacarse además que en ningún momento la autoridad se puso en contacto con los organizadores de la manifestación, para comunicarles que se estaba vulnerando alguna legalidad.
Con su actuación desmedida e incomprensible, la policía, en vez de evitar incidentes, paralizó y provocó a los manifestantes, contagiando el nerviosismo en los asistentes que iniciaron una protesta por la retención, incomprensible, de dos personas.
Representantes del sindicato CNT de Valladolid, intervinieron para serenar los ánimos y que todo volviese a la normalidad, a pesar de que la policía continuaba provocando a los manifestantes, como puede observarse en el vídeo difundido.
Se logró finalmente recuperar la normalidad, a pesar de las provocaciones y fuerte presencia policial, …se dio el mitin y una vez finalizados los actos, los asistentes abandonaron la plaza de manera tranquila.
Igualmente la policía fue marchándose, pero no con tranquilidad y buen ánimo, pues siguió a uno de los manifestantes para detenerlo violentamente en una calle aledaña, pues se le propició un trato vejatorio y violento, con golpes… como pudieron relatar varios testigos que presenciaron dicha detención.
Enterado el sindicato CNT de Valladolid de esta detención, violenta y vejatoria, de una de las personas que había acudido a nuestra manifestación de 1º de mayo, se personó en comisaría una delegación del sindicato, para interesarse por el compañero de manifestación detenido. La sorpresa fue considerable cuando al interesarnos por la situación del detenido, el Inspector Jefe de la comisaría profirió
amenazas, diciendo textualmente que “la flexibilidad policial se ha acabado para la CNT”.
Una vez el compañero detenido es derivado a disposición judicial, sale a la calle en evidente estado de “shock” y este es su testimonio:
“Después de los actos, de camino al coche para volver a casa, abandonada la plaza de Vadillos, terminado el acto, avanzábamos por la calle Veinte Metros, mis dos amigas y yo, cuando de pronto, tres antidisturbios vinieron corriendo por delante y tres por detrás y se me abalanzaron encima empotrándome contra la pared y entre golpes y patadas me registraron. En ningún momento había opuesto la más mínima
resistencia ya que estaba rodeado por seis agentes, ¿qué resistencia iba yo a ejercer? y los golpes llovían sobre mí. Dos furgones cortaban la calle a ambos lados de donde nos encontrábamos. De ellos bajaron otro grupo de agentes que apartaron a mis amigas que gritaban para que me dejasen de pegar. Fue en ese momento cuando me pusieron las esposas y me metieron al furgón policial, sin explicación alguna, con un trato inhumano, tirándome al suelo a los pies del Jefe de Unidad. A partir de ahí mi estatus pasa a ser el de un animal, “Cerdo” tal y como me expresó
el Jefe de Unidad.
Una vez a solas con ellos, dentro del vehículo, sin testigos, tirado en el suelo esposado, dicho Jefe de Unidad, sólo se dirigía a mí para darme golpes en la cabeza y para amedrentarme con amenazas y frases como: “¡No sé si matarte, o mutilarte, cerdo!” o “Te vamos a dar una paliza que te vas a enterar, para que se lo cuentes a tus compañeros” o “Prepara las toallas y el agua fría que éste hoy va a dormir calentito” dirigiéndose en esta última frase a uno de sus compañeros. Todo acompañado de golpes en la cabeza todo el trayecto, y toda clase de insultos. Una vez llegamos a Comisaría, el Jefe de Unidad me sacó a rastras del furgón, continuó con sus vejaciones, dejándome caer de espaldas entre el furgón y el bordillo de la acera. A continuación me levantó y me introdujo en la Comisaría agachado, golpeándome intencionadamente por su parte con el picaporte de la puerta, para a continuación soltar en tono irónico: “Tienes que mirar por donde vas”. Me metieron en un cuarto donde había una silla. Cuando hice intención de sentarme en la misma, uno de los agentes, me tiró al suelo y escuché la frase: “Dice el Jefe que los perros se sientan en el suelo”. Después de tres horas en el suelo, saco fuerza para decirle al agente que me custodiaba “Pero ¿porqué nos tenéis tanto asco, si sólo somo sobreros?” a lo que me respondió “Somos imparciales”. Sonaba tan irónico, tan absurda la frase cuando estaba en el suelo, teniendo una silla vacía al lado, que el tipo pareció que, en un atisbo de humanidad, me permitió sentarme en la silla.
Me tomaron datos, sin yo entender lo que estaba pasando ni de qué se me acusaba. De ahí me trasladaron a la Comisaría de Felipe II donde me hicieron una Vista Oral en la que me acusan de agredir a dos Policías Antidisturbios, de Desórdenes Públicos y Atentado a la Autoridad. Por supuesto, todas estas acusaciones son falsas, cuando la Manifestación fue pacífica y aunque hubo momentos de tensión, no hubo incidentes de este calibre.
Estuve seis horas detenido, esposado como si fuese un delincuente peligroso, cuando no tenía antecedentes de ningún tipo, y en ningún momento opuse resistencia.»
Por todo ello CNT informa:
Que tanto la Policía como el Sindicato, así como los manifestantes que fueron testigos del suceso, saben fehacientemente de la inocencia del compañero detenido frente a los cargos que le imputan.
Que el compañero ha denunciado a la policía por los malos tratos sufridos.
Y que varias personas asistentes a la manifestación y que sufrieron los golpes de la policía, no han denunciado por miedo a represalias.
El segundo caso de violenta represión contra moviliaciones ciudadanas frente a los recortes de derechos y privatizaciones de servicios públicos, sufrida en una semana ocurrió, el pasado jueves 9 de mayo cuando fueron detenidos dos compañeros en el marco de una protesta estudiantil que tuvo lugar en la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, en Valladolid, con motivo de la huelga general en el sector de educación.
Unidades antidisturbios de la Policía llevaron a cabo una carga brutal
contra las personas concentradas tras procederse a la lectura del manifiesto final, sin que mediara ningún tipo de actitud violenta por parte de las personas que participaban de la movilización.
Los detenidos participaban junto a decenas de estudiantes y activistas sindicales, en la acción de protesta convocada por la Asamblea de Estudiantes de la Universidad de Valladolid que contaba con el apoyo de CGT, CNT y Bloque Obrero y que se desarrolló sin incidentes hasta el momento de la intervención policial contra los y las participantes de la movilización y de la salvaje detención de los dos compañeros.
A lo largo de toda la mañana los detenidos permanecieron en dependencias policiales, mientras en la calle se concentró un numeroso grupo de solidarios y solidarias que expresaron su apoyo a los dos detenidos, exigiendo su inmediata puesta en libertad.
A las 4 de la tarde los detenidos fueron puestos en libertad con cargos, acusados de «desórdenes públicos, atentado a la autoridad y lesiones».
En la misma carga policial 4 personas de las organizaciones Bloque Obrero, CNT y CGT, que fueron identificadas están siendo imputadas con cargo de atentado e incluso una persona que participaba en la protesta sin ser identificada en ningún momento ha sido imputada también por ese cargo, siendo un total de 7 las personas acusadas de un delito que no han cometido.
Las organizaciones que suscriben este comunicado exigen:
Retirada inmediata de todos los cargos tanto de los detenidos como de las personas imputadas e identificadas.
Investigación de la unidad policial que intervino en la manifestación y
amenazó verbalmente a la CNT, así como de la encargada de la brutal carga en la protesta del 9 de Mayo, para que se depuren responsabilidades.
Explicación del Subdelegado del Gobierno para determinar si las actuaciones policiales en ambos casos han sido premeditadas por cuestiones políticas o un abuso de autoridad lamentable de la policía.