Nos hacemos eco de un comunicado de las amigas de LIZA-Asamblea de Mujeres Combativas de Valladolid sobre una agresión machista en nuestros entornos -lamentablemente, otra más-. ¡Si nos tocan a una nos tocan a todas!
Desde Liza – Asamblea de Mujeres Combativas queremos denunciar socialmente las agresiones machistas que se cometen en nuestro entorno día a día contra las mujeres. Culpa de una sociedad patriarcal en la cual nos encontramos, donde se nos cosifica, se nos agrede, se nos cuestiona, se nos imponen unos roles y cánones, donde se nos asesina por el hecho de ser mujeres.
Queremos mostrar el rechazo a esta sociedad machista y sobre todo a los agresores y a la pasividad de las personas ante agresiones.
Queremos responder ante sus agresiones. Creemos que es necesario que se conozcan, visibilizar quién es el agresor, ya que las instituciones y los cuerpos policiales la mayoría de las veces quedan a un lado y nos dan la espalda, cuestionándonos o no dándole la importancia que tendría que tener, quedando impunes y con total libertad los agresores. Dichas instituciones no se pueden vanagloriar en actos como el 25-N, diciendo todo lo preocupados que están, el compromiso que tienen ante la violencia machista; no pueden porque mientras no nos den voz a las que lo sufrimos, no podrán hablar mucho más. Porque las herramientas que exigimos y el compromiso que pedimos no se llevan a cabo, precisamente porque nos culpabilizan, silencian y cuestionan. Para cambiar una desigualdad social se ha de contar con el sector que sufrimos la violencia machista.
POR ESTO, denunciamos el siguiente caso:
Jueves 24 de agosto en Valladolid, una chica estaba con sus amigos en Parquesol de fiesta y un amigo suyo, D.L., intenta besarla. Ella se aparta y le dice que no quiere nada con él pero este chico insiste ante las negativas de la chica. Ella busca ayuda en una de sus amigas y las dos se apartan del grupo.
Llegan al bar Merinos, en el centro de Valladolid, el chico se acerca a ella e intenta besarla de nuevo, la chica sigue negándose a besarle. Él parece aceptar esa negativa y junto a las dos chicas se va otro bar (Low Cost) donde él invita a una cipa a la chica. Ella se bebe la copa confiando en su amigo sin saber que esa bebida contenía algo más.
A partir de ahí la chica no recuerda nada, solo tiene noción de que bajó de un taxi para ir a su casa. Al día siguiente se despertó desorientada y con dolores en los genitales. Acudió al hospital donde le confirmaron sus sospechas: había sido drogada y violada.
Comienza el calvario: pastillas abortivas, contra enfermedades ETS, antibióticos, etc. Acudir a policía, juzgados, psicólogos, psiquiatras, asociaciones… Así se resumen los días de esta chica que desde entonces lucha porque se haga justicia.
El chico afirma que los hechos fueron consentidos aunque los informes médicos indican lo contrario. Está hablando con los amigos y familiares de la chica para dañar su reputación y ponerles en su contra.
D.L. es moreno con pelo corto rapado y barba corta, estatura aproximada 1,80 m, delgado, con tatuaje en el cuello y pendientes en la oreja derecha.
Este chico está denunciado y a pesar de todo sigue en la calle como si nada hubiese pasado mientras le ha arruinado la vida a esta chica de sólo diecisiete años. Ella tiene miedo de salir a la calle y de hablar ante las amenazas e insultos del chico y sus amigos. Es hora de contar la verdad, de denunciar esta situación y que no pase desapercibida.
Este chico se mueve por los espacios de lucha antifascistas. Por eso pedimos a todas las organizaciones que ya es momento de desenmascarar a todos los agresores, exigimos compromiso con el feminismo, con la expulsión y repulsa a todo aquel que esté teniendo actitudes machistas y además se le comunique que es responsable de agresiones o comportamientos agrediendo física o verbalmente a cualquier mujer.
Exigimos espacios libres de agresiones y agresores. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para que estemos seguras y protegernos entre nosotras, ya que al final la mayoría de los agresores quedan impunes y además teniéndoles presentes en nuestros entornos.
Queremos mostrar el apoyo a esta chica que sufrió una agresión sexual el pasado mes de agosto y se lo brindaremos a todas las mujeres que lo necesiten, porque es nuestro papel apoyarnos para empoderarnos, para responder cuando las instituciones no lo hacen, para cuando nos cuestionan ante una agresión machista, nosotras te creemos hermana.
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