A pesar de ser sábado por la mañana, el local del sindicato de CNT Valladolid se llenó el 22 de febrero de personas, hombres y mujeres, activistas y curiosos interesados, para escuchar a los compañeros de Distrito 14 que se desplazaron desde Madrid para presentar el Manual para destapar a un policía infiltrado y debatir sobre el mismo.
Comenzó el acto presentando a un miembro de la cooperativa Red Jurídica que participó por videoconferencia exponiendo y explicando el marco jurídico por el que se rigen los policías infiltrados.
Aparte del Código Penal, la Ley de Enjuiciamiento determina cuales son las reglas de juego a las que un agente encubierto debe atenerse. Analizó el artículo 282 bis de dicha ley donde se recoge, a lo largo de varios apartados, aspectos importantes como la necesidad de la autorización de un Juez y que esta debe ser fundada y tener en cuenta la necesidad de la investigación; que la infiltración debe revisarse cada seis meses, prorrogables, siempre bajo la supervisión del juez; si la investigación afecta a los derechos fundamentales, el agente encubierto deberá solicitar las autorizaciones que establezca la Constitución y cumplir las previsiones legales aplicables; por último, desglosó los 15 tipos de delitos de delincuencia organizada por los que el juez puede autorizar a la policía para infiltrarse.
Ninguno de los casos conocidos de infiltración policial en las organizaciones políticas o sociales ha contado con la autorización del juez, ni siquiera las organizaciones infiltradas están dentro de esos 15 tipos de delincuencia organizada; por lo tanto, dichas filtraciones serían ilegales y podrían constituir un delito ya que se vulneró el derecho a la intimidad de las personas; el de encubrimiento de secretos al realizarse pinchazos telefónicos, apertura y lectura de cartas personales, etc…;también el derecho a la libertad sexual pues, aunque los actos fueron consentidos, estaban viciados por desconocerse la verdadera identidad del policía infiltrado; asimismo, el derecho a la integridad moral, un derecho que entronca con el delito de tortura ya que deja lesiones psíquicas en la pareja emocional; incluso el derecho a la confidencialidad letrada pues, a veces, el policía infiltrado acompañó a su “pareja” cuando hablaba con su abogado sobre procesos judiciales que tenía pendientes a pesar de que las conversaciones entre abogado y cliente son secretas por ley.
Una vez analizado esto se preguntó cuál había sido el recorrido jurídico de las denuncias que habían realizado los perjudicados/as por la infiltración policial. La respuesta fue ninguna, pues la fiscalía se opone a investigar el delito y los jueces de primera instancia donde han caído las denuncias decretan su archivo. Actualmente las causas están en el Tribunal Constitucional en espera de conocer si se abrirán los casos.
Surge entonces el debate de si merece la pena seguir denunciando judicialmente los casos nuevos que se vayan conociendo y la respuesta del abogado de Red Jurídica es afirmativa: denunciar judicialmente, pero sin olvidar del apoyo y las movilizaciones sociales que deben acompañar esas denuncias, así como seguir haciéndolas públicas para que sean conocidas. Y esto a pesar de que todas las policías europeas usan este sistema ilegal de infiltraciones.
Terminada la exposición del abogado, aplaudida por los asistentes por la claridad con que fue expuesta, el moderador dio paso a los compañeros de Distrito 14 presentes que, tras agradecer la invitación de CNT Valladolid, explicaron cómo fue descubrir las filtraciones, sus actuaciones y medidas para investigar, la elaboración del manual y las discusiones sobre si debía dársele publicidad.
Lo primero fue aclararnos cómo surgen los primeros casos de policías infiltrados en ámbitos independentistas, anarquistas, etc… que se descubren en 2022 y 2023 y que fueron publicados en los periódicos La Directa y El Salto. En principio el ámbito parecía un tanto aleatorio y anecdótico, no se veía el nexo de todas esas filtraciones que iban denunciándose hasta que las declaraciones de policías que aparecen en la proyección del documental “Infiltrats” y el análisis de diferentes casos en distintas ciudades del estado van dando las pautas para elaborar un manual que pueda servir a cualquier organización o grupo de militantes que sospechen de tener una filtración. Los cuatro casos destapados, hasta ahora, en Madrid se han descubierto, a veces, por casualidad y otras por la investigación ante las dudas que planteaban. Es difícil descubrir las filtraciones porque, generalmente, se piensa que la policía no va a cruzar ciertas líneas rojas o que las organizaciones sociales no tienen tanta influencia social para que estén investigadas y esta “inocencia” de la militancia lleva, en principio, a no creer que puedan tener infiltrados.
Comentaron la necesidad de no caer en la paranoia, de que sea un grupo reducido quién haga las investigaciones y no sean difundidas hasta tenerlo muy claro pues, en caso de no tener pruebas, se puede perjudicar a la persona investigada. Siempre surgirán dudas, salvo que se haya destapado al infiltrado, de si se ha actuado bien al denunciar a una persona como policía. Decidieron, una vez elaborado el manual, la necesidad de difusión para poder servir a otros colectivos y corroboraron lo dicho por el abogado de Red Jurídica sobre la necesidad de denunciar judicialmente los casos de infiltración por considerar que se había cometido un delito, pero también para cubrirse las espaldas en caso de otro tipo de actuaciones.
A continuación, se abrió un debate y preguntas donde también salió a colación las filtraciones de confidentes civiles que utiliza la policía como otro elemento más a tener en cuenta. Después de dos horas y media, se dio por finalizada una charla que había comenzado a las 11:30 de la mañana sin interrupciones a pesar de supuestas amenazas que durante la semana se habían vertido en redes desde ámbitos ultras o quizás policiales.