CNT se congratula con el ejemplo de resistencia de la gente, que ha vuelto poco después, a ocupar el lugar desbordando el cordón policial que mantenía aislada la acampada de la concentración de apoyo que se ha ido formando alrededor.
Ya lo advertíamos en el comunicado anterior: de unos días a esta parte, el discurso oficial va cargando las tintas contra las acampadas buscando preparar así a la opinión pública para una solución policial al asunto… Y poco después se hace triste realidad lo que denunciábamos.
Ahora es la Generalitat la que, con la complicidad del ayuntamiento de Barcelona, ha tomado la iniciativa intentando desalojar a los acampados en Plaça Catalunya. Bajo la peregrina excusa de la salubridad (pese a que el lugar se limpia a diario y se recogen los residuos generados) el organismo ha lanzado a los mossos d’esquadra a una orgía salvaje de violencia para arrasar el campamento.
Pero ya no van a poder engañar a nadie (que no quiera ser engañado), los cientos de imágenes, de vídeos, de la brutal actuación policial contra personas indefensas sentadas en el suelo de la plaza les ha dejado retratados para la posteridad… Esa es la cara de su democracia, ese es su concepto de la misma. El de la represión indiscriminada contra los discordantes.
CNT se congratula, por el contrario, con el ejemplo de resistencia de la gente, que ha vuelto poco después, a ocupar el lugar desbordando el cordón policial que mantenía aislada la acampada de la concentración de apoyo que se ha ido formando alrededor. Además la actuación policial ha tenido un efecto bumerán para los intereses de Generalitat y ayuntamiento, pues acto seguido se ha desatado en todo el Estado una ola de solidaridad con los manifestantes.
Y esa es una buena lección que deben empezar a asumir los poderes públicos, la de que el pueblo organizado empieza a perder el miedo. ¡Que vayan tomando nota!
Secretaría de Prensa y Comunicación del Comité Confederal de la CNT