El gobierno “más progresista de la historia”, con el beneplácito de los ministerios sindicales y empresariales, desarrolla un marco estratégico que conducirá al deterioro del Sistema Público de Pensiones, y a su desaparición como derecho, si no nos movemos para impedirlo.
Un conjunto de medidas –perfectamente coherentes entre sí– recortaría las pensiones para forzar la contratación de planes privados. Igual que ocurre en la sanidad, la educación, los transportes, etc., el deterioro calculado del servicio público, empujando hacia lo privado, nos quita derechos conquistados, nos empobrece, reduce nuestro poder adquisitivo, acentúa la desigualdad y nos manda a otras épocas oscuras de la historia.
Ya ha ocurrido otras veces, aprovechando que hay un supuesto gobierno de izquierdas, cuando la gente está confiada por sus promesas electorales, se atreven a disminuir derechos. Su intención estaba clara al poner como ministro de Seguridad Social a un señor cuyo historial va en sentido contrario a nuestros intereses como trabajadoras y trabajadores. Para que la jugada sea perfecta, retocan un poco las pensiones actuales –engañando con una falsa revalorización– mientras se cargan las pensiones de quienes están en activo, sobre todo jóvenes, con una batería de intoxicaciones que los conduzca a una falsa sensación de pérdida de su derecho. Conseguir que estas generaciones trabajadoras piensen que las movilizaciones en defensa de las pensiones no son para ellas constituye un ardid esencial para su propósito.
Pero nada más lejos de la realidad, pensiones y salarios van de la mano; si hay salarios raquíticos y precariedad laboral, no se podrán pagar un plan privado, y si no se lucha hoy, tampoco tendremos derecho a una pensión pública. La lucha por pensiones dignas es inseparable de la lucha por derribar las sucesivas reformas laborales que han precarizado la situación de trabajadores y trabajadoras, y que por ello impiden una cotización regular y adecuada a los derechos de los pensionistas. Estamos luchando hoy:
- Por la subida de las pensiones y salarios según el aumento del coste de la vida real.
- Por la derogación de todas las reformas laborales y de pensiones porque significan pérdida de derechos sociales y económicos de la mayoría de la población.
- Por el mantenimiento de los derechos históricos de trabajadores y trabajadoras, no al aumento de años de cotización para cobrar el 100% de la pensión
- Por el respeto a las condiciones pactadas, no a la penalización por jubilación anticipada.
- Por la igualdad, no a la brecha de género en la pensiones.
- Por el mantenimiento del poder adquisitivo, ni mecanismo de equidad intergeneracional, ni factor de sostenibilidad que reducirían la pensión en función de la esperanza de vida.
Si tú también crees que:
- Tenemos derecho a un salario y a una pensión dignos.
- Tenemos derecho a una revalorización de salarios y pensiones con arreglo al IPC real interanual, no con arreglo a índices-trampa.
- Tenemos derecho a unos servicios públicos que garanticen nuestra salud, educación, cuidados, transportes, etc.
- Tenemos derecho a un Sistema Público de Pensiones y no a los Planes privados de empresa.
Si tú también crees que tenemos derecho a todo esto, no te quedes en casa.
¡Por el apoyo mutuo, unión y acción en la calle el día 12 de febrero!
CNT
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