Por tercer verano CNT Valladolid, en colaboración con el CSA La Ortiga, ha organizado un ciclo de proyecciones al aire libre con una óptica crítica sobre los problemas sociales. Las sesiones han tenido lugar del 29 de junio al 13 de julio, aunque esta vez con poco acompañamiento del tiempo; un aviso de vendaval nos hizo llevar a cubierto la proyección del día 13. Aún así, han sido tres sesiones en los que hemos podido crear un espacio para concienciar y debatir sobre temas para los que la sociedad y las autoridades recomiendan el silencio.
El título del ciclo ha sido este año «La cara oculta del bienestar«, con la intención de sacar a la luz los costes sociales de esos signos de presunto bienestar social que se nos venden continuamente, como la oferta inmobiliaria o el ocio sin medida. Trabajo doméstico, explotación de los cuidados, inmigración, especulación inmobiliaria, violencia institucional… Son temas que recorren los documentales que programamos.
El día 29 pudimos disfrutar de una estupenda síntesis entre forma y contenido con Organizar lo (im)posible (Tonina Matamalas y Carme Gomila, Cooptècniques, 2017), documental de animación que da forma plástica a las vivencias y organización de las camareras de piso, las Kellys, contra la explotación a la que se ven sometidas.
La grieta (Irene Yagüe y Alberto García Ortiz, 2017), la película que nos ocupó el día 6 de julio, es el resultado de un acompañamiento atento a esas personas que sólo cuentan como numeros en las estadísticas de los políticos y las inmobiliarias. La historia de una familia agredida por un desahucio, puesta en escena por ella misma para así ponerla en valor frente a un mundo en que prosperan la burricie administrativa y la estrategia del terrorismo inmobiliario -ambas a la vez eficazmente denunicados por la misma película-.
El 13 de julio pudimos conocer La cifra negra (Alex Payá, 2017), exhaustiva denuncia de la violencia de Estado made in Spain y del manto de la impunidad que la hace posible. Sintética e impactante, es, como las anteriores, película que merecería una difusión masiva para así poner a las grandes audiencias ante los problemas que saber hacer visibles.
Como hemos dicho, el tiempo no acompañó en algunas sesiones, pero aún así hubo espacio para el intercambio de reflexiones después de cada proyección.
Hemos de agradecer varias cosas:
- A EnergÉtica que nos facilitase el equipo que garantizó una proyección autónoma.
- A los responsables de las películas que nos facilitasen proyectarlas en Valladolid.
- Al CSA La Ortiga que se haya vuelto a embarcar con nuestro sindicato en esta actividad y nos haya facilitado varios recursos.
- A todas las personas que acudieron a las proyecciones e incluso nos echaron una mano cuando fue posible.
Desde la Comisión de Cultura y Comunicación de CNT valoramos positivamente la actividad y estamos estudiando mejoras que nos permitan estar a la altura del interés que vamos despertando y de las obras proyectadas.
¡Hasta el próximo ciclo de cine libertario a la fresca!
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