El Local del sindicato se ha quedado pequeño, veterano historiador que ha estudiado numerosas facetas de la fecunda historia anarquista ibérica.
En este caso hemos tenido la suerte de escucharle hablar sobre el Valladolid entre 1869 y 1900, un periodo muy especial del movimiento obrero. Es en estos momentos cuando la población empieza a tomar conciencia, como si de una revelación se tratara, de que todos los compromisos sociales que nos atan pueden ser superados. Aquí es donde el pensamiento libre, la instrucción y la solidaridad son la seña de identidad del asociacionismo obrero. En este estado germinal y hasta 1920 es el anarquismo el que cohesiona a las sociedades obreras no solo en Valladolid, sino en toda la península ibérica y el sur europeo.
Es en el seno de la Federación regional española de la Primera Internacional (que en 1891 contaría en Valladolid con unos 900 afiliados) se dan los primeros pasos en la liberación de la mujer y de toda la clase trabajadora. Luchas feministas por los derechos de las mujeres trabajadoras lactantes, la abolición del trabajo infantil, las primeras uniones libres, la primera escuela laica ”Luz de Castilla”, la inscripción de los hijos no en el registro civil sino en la misma Federación; son el ejemplo de cómo la sociedad vallisoletana estaba en las antípodas del erial conservador que nos han contado.
El entusiasmo y la extrema pobreza que reinaba en el Valladolid de la época, unido a la organización regional, nacional e internacional que se había logrado propició el Primer 1º de mayo de la historia en 1891.Concevido como una huelga internacional de todos los trabajadores en Valladolid, donde el pensamiento anarquista era dominante, tomó cariz de huelga revolucionaria. Esta jornada de huelga se extendió por 5 intensos días e incluso hasta finales de mes en algunos oficios.
Como siempre dicen la historia es de quien la cuenta, así que damos las gracias a Ignacio y a la secretaría de Cultura por trasmitir este pedacito de ella. También agradecer a todos los asistentes que mantienen vivas las “viejas ideas” del pensamiento libre, la instrucción y la solidaridad.