La entidad del tercer sector, Médicos del Mundo, ha anunciado el acuerdo para el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) avalado por CCOO, UGT, USO y la representación ad hoc de Galicia. El despido colectivo ha sido, una vez más, el desenlace. Como explicitamos en nuestra hoja de propuestas, desde CNT queremos manifestar públicamente que “la aplicación de un ERE no es, en ningún caso, una medida inevitable”, sino que responde a una decisión deliberada por parte de las empresas, usándolo “como excusa para deshacerse de trabajadores/as por cuatro duros”. En contra nos hemos posicionado CNT, ESK, LAB e Intersindical Canaria. Desde CNT presentamos propuestas durante el proceso de negociación para evitar este final, pero no fueron tomadas en consideración ni por la empresa ni por los sindicatos de la Representación unitaria.
La empresa propuso en un inicio 118 despidos y acabó consiguiendo firmar 72. Como cualquier otra empresa, esta entidad del tercer sector hace sus cálculos en base a criterios de rentabilidad. Todo bajo la coartada de la falta de subvenciones, que a la postre se ha demostrado falsa. De esta forma, una vez más una empresa el tercer sector demuestra que no dejan de ser subcontratas de la administración. Bien bajo convenios, concursos o subvenciones el papel de estas empresas es hacer de meras extensiones de la administración bajo la lógica de las empresas privadas. El panorama dentro de la empresa no es nada positivo. Tras esta negociación y este acuerdo, la empresa ha anunciado que no vienen tiempos fáciles, por lo que haberle puesto fácil la firma de este primer ERE no es más que facilitar las futuras medidas de ajuste que vengan, y ya hemos visto que por parte de la empresa no va a haber miramientos.
Médicos del mundo no mira por su plantilla.
Pero esto no es todo. Las propuestas alternativas al ERE han sido ninguneadas y tildadas de ilegitimas por no ser parte de la representación unitaria y por ser otra forma de hacer sindicalismo.
También nos encontramos con que se celebran reuniones a puerta cerrada y fuera de la agenda que se configuró para la mesa negociadora. Destacamos el lamentable papel de los asesores de CCOO y UGT que desde el inicio han estado dispuestos a validar las causas acríticamente facilitando así los despidos. Nos cuestionamos los intereses de estos «sindicatos» que les han llevado a firmar estas MIGAJAS y les señalamos como VENDEOBREROS, porque han engañado a toda la plantilla para movilizarnos contra este ERE que ellos mismos aprueban con la firma del acuerdo en una empresa con salud y cuentas de hierro. Como decimos, el panorama en la empresa no pinta nada bien si esta va a ser la defensa que va a tener una plantilla. De nada sirve tener una legislación mínimamente favorable para prevenir este tipo de procesos, si luego quienes tienen que negociar firman cualquier cosa.
La Representación Legal de los Trabajadores tampoco mira por la plantilla.
Ante esta situación es el momento de que la plantilla esté unida y se dote de los medios adecuados para la defensa de sus derechos tomando buena nota de quienes han firmado estos despidos.
Esto no puede quedar así. Alguien debe mirar por nosotras, y quién mejor que nosotras mismas.
El desarrollo de este conflicto evidencia por lo tanto la necesidad de consolidar un modelo sindical diferente que, en materia de despidos colectivos, tenga por pauta la no aceptación de ninguna consecuencia sin antes analizar las causas en su raíz última, y que por lo tanto tenga claro que la firma de despidos nunca es una opción. Un modelo sindical que asuma que la destrucción de empleo no soluciona ningún problema de la clase obrera, y que asuma también que la perspectiva feminista debe estar presente en cada conflicto y en cada pelea que se libre con la patronal.
Ese es el empeño de la CNT y en esa labor continuará, afrontando cuantas luchas vengan en el futuro.
Por una alternativa sindical para el tercer sector, basta de firmar despidos
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