Un volumen recoge un centenar de fotografías y textos para celebrar el centenario del sindicato anarquista. Este y otros libros podrán adquirirse en la feria en la caseta nº 49 de la Fundación Anselmo Lorenzo.
La Fundación Anselmo Lorenzo ha trabajado durante algo más de un año en un volumen que recoge la historia gráfica de la Confederación Nacional del Trabajo en su primer siglo de vida. Cien imágenes para un centenario: CNT (1910-2010), es el título de esta obra colectiva que su coordinador, Juan Pablo Calero, se ha encargado de presentar durante la primera jornada de la 43ª Feria del Libro de Valladolid.
Calero ha matizado que la intención no ha sido hacer “un santoral dedicado a la lucha obrera”, sino un libro sobre y de la CNT y de los trabajadores anónimos que durante su historia han participado en el movimiento libertario y el anarcosindicalismo.
Además del centenar de imágenes que se remontan a mediados del siglo XIX, el volumen cuenta con cerca de setenta textos escritos por filósofos, sociólogos o historiadores de todo el mundo y entre cuyas firmas se encuentran la de intelectuales como Noam Chomsky.
Crónica extraída de la web de la feria
Victoriano Crémer y el anarcosindicalismo
La jornada inaugural tuvo un marcado acento ácrata, ya que en una de las mesas redondas se abordó la vida y obra de Victoriano Crémer, quien durante la guerra civil apoyó a la CNT, ejerciendo de periodista en el periódico Solidaridad Obrera y entablando relación con alguno de sus militantes más destacados como Ángel Pestaña o Buenaventura Durruti. Precisamente de Durruti, es conocido su poema publicado en 1947, en la mítica revista Espadaña –que él fundó y mantuvo casi solo hasta el final–, su Fábula de B. D., es decir, de Buenaventura Durruti, sin más veladuras que disimular con iniciales el nombre –silenciado, demonizado por el régimen– del, ya entonces, legendario anarquista leonés, el gran héroe caído del movimiento obrero revolucionario.
Durruti en el I Redlato
Ya como anécdota más distendida, en el I Redlato participativo de la feria, también salió a relucir el recuerdo al anarquista leonés. Empieza de esta forma:
«La historia que voy a contar se la escuché a un albañil del Barrio de las Delicias al que todos llamábamos Pirelli, en recuerdo de los conocidos neumáticos. Le había sucedido a su padre durante la posguerra, en un taller mecánico en el que trabajaba como aprendiz. Aquellos eran tiempos de escasez. La Guerra Civil había arruinado a los españoles, que tenían dificultades hasta para conseguir los alimentos más elementales, sujetos a un riguroso plan de racionamiento por parte de las autoridades. Pues bien, en aquel taller, Carrocerías Molina, tenían un cerdo al que habían puesto de nombre Durruti, en emocionado recuerdo del general anarquista«.
Todo esto da cuenta de la importancia de las ideas libertarias y anarcosindicalistas a lo largo de la historia en este país.
Nuevamente recordamos nuestra presencia en la feria hasta el 9 de mayo en la caseta nº 49 de la Fundación Anselmo Lorenzo.
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