He aquí, pues, la coalición de intereses que tiran de los hilos de la crisis económica para que les rinda sabrosos beneficios: empresarios estafadores, sindicatos vendidos y políticos corruptos.
Otra empresa se va a pique. Ahora le toca a Air Comet. 700 trabajadores y trabajadoras se ven de patitas en la calle. Entre tanta mala noticia económica podría hasta pasar desapercibida entre la monumental ola de basura informativa con la que nos bombardean los mass media. Sin embargo un detalle “sin importancia” la ha situado en el centro del huracán. El responsable final de este desaguisado económico es nada más y nada menos que Gerardo Díaz – Ferrán, presidente de la CEOE. La Patronal, hablando en plata. Los empresarios; los que deciden en materia de economía. Y por si fuera poco es la “cara” y la “voz” principal de la propuesta de una nueva reforma laboral.
Según él y su pandilla de impresentables el mercado de trabajo tiene un problema de “rigidez”… o al menos eso se han hartado de decir en los últimos tiempos. Según ellos es caro despedir. Según ellos los salarios están disparados. Y encima los trabajadores y trabajadoras no somos competitivos.
Visto ahora, no tiene demasiada gracia teniendo en cuenta que Don Gerardo Díaz-Ferrán ha quebrado su “gran proyecto” jugando a los malabares financieros… que seguramente le han reportado pingües beneficios (o al menos de esa clase de beneficios que rápidamente desaparecen de las cuentas de la empresa por arte del “maquillaje contable”) Nada de “pérdida de mercados”, falta de “confianza de los consumidores” o demás patrañas con que intentan camuflar los orígenes de esta crisis económica. Especulación pura y dura.
Casualmente el mismo individuo se ha dedicado a amasar beneficios en su otro “legendario grupo empresarial” (Viajes Marsans) con la hábil, emprendedora y productiva estrategia del “salario miserable”. El tipo va pagando salarios de 800 euros por la vida y después en las conferencias “de Hotel de 5 estrellas y talonario para el ponente” analiza con precisión lo mala que es la productividad o lo necesario que se hace un mercado laboral más flexible.
Menuda sorpresa. Nadie se lo esperaba. Ahora nadie sabía nada.
Ni los “sindicatos” subvencionados, que también creen que el problema de la economía es la flexibilidad y la competitividad, ni los políticos de turno en el Gobierno que tratan de conseguir un “reparto del pastel” entre empresarios y “sindicatos” para que nadie se enfade y se consiga una reforma laboral que le engorde el bolsillo a todos como buenos hermanos. Ni mucho menos la prensa lacaya y lameculos que tenemos por estos lares.
He aquí, pues, la coalición de intereses que tiran de los hilos de la crisis económica para que les rinda sabrosos beneficios: empresarios estafadores, sindicatos vendidos y políticos corruptos. Una coalición sin ética, sin dignidad y sin vergüenza que se mueve a su antojo por todos los rincones de la economía para especular, privatizar y saquear.
¿Hasta cuándo?