En esta sociedad existen tantas clases de muros como intereses por levantarlos. Tenemos los muros de las fábricas donde se explota y se humilla a la clase trabajadora, donde el ser humano se convierte en un número del que solo importa el beneficio que puedan obtener de él. En el momento que ese número no funciona o se rebela, se sustituye. En el momento que unos cuantos números no cuadran, se desplaza la fábrica a otro lugar lleno de muros, donde los números den mejores resultados. La reforma laboral contra la que tanto hemos luchado desde este sindicato, permite todas esas acciones sin necesidad de dar prácticamente ninguna explicación por parte de los guardianes de los muros laborales.
También están los muros de las prisiones, muros que solo nombrarlos meten miedo y sirven de advertencia a las personas que denuncian los muros de las ciudades o de las fábricas. Estos muros ahogan la protesta social, se apuntalan con la ley mordaza u otras herramientas que coartan nuestras libertades como personas y como colectivos. Las diversas operaciones con nombres como Piñata, Pandora, los procesos abiertos contra compañeros en las huelgas generales o en las manifestaciones que denuncian estos muros, son prueba de ello. Más sangrante y ridículo es encerrar a dos personas por hacer unos títeres con crítica social, enmudeciendo nuestra libertad de expresión…. todo nuestro apoyo a los dos compañeros para que se archive esta absurda causa.
Las fronteras de los estados también son muros del terror, impiden el paso a personas que huyen del muro de fuego de la guerra, del muro religioso que no respeta otras creencias, del muro de la miseria, del muro nacionalista de los que se empeñan en seguir dibujando más y más fronteras sobre un mapa o separar a los seres humanos por razas. Es vergonzoso que sean los mismos estados creados en la guerra de los Balcanes, los primeros en negar los mínimos derechos humanos, cuando no hace nada muchos civiles de esos lugares estaban en la misma situación.
Para derribar esos muros hay varias opciones, la mayoría se plantean desde la democracia delegada, desde el voto que ya sabemos que no cambia nada, desde la corrupción institucionalizada, desde la ruptura sin cambiar de sistema, desde promesas vacías de toda índole…..en definitiva desde un sistema económico-político y social que nos sigue destruyendo como seres humanos.
Por el contrario desde CNT planteamos una sociedad basada en la democracia directa, en la solidaridad de clase, en el apoyo mutuo, en la organización entre iguales. Planteamos una sociedad sin muros, sin fronteras, donde se respete a las personas, por encima de sus creencias, género, nacionalidad, raza o cualquier otra opción de libertad personal o colectiva.
Hemos querido en este Villalar, mostrar ejemplos de organización horizontal y asamblearia, por eso, aparte de explicar que la CNT es una herramienta de lucha para la emancipación de los trabajadores. Nuestro espacio en la campa, va a dar voz al colectivo STOP EXPOLIO de los bienes comunales. Este colectivo está llevando una ardua labor en defensa de su entorno y de los recursos con que cuentan sus pueblos. Son los propios vecinos que organizándose de una manera asamblearia, gestionan esos recursos, cuidan y respetan su forma de vida, salvaguardándola de la especulación o de las agresiones medioambientales para que siga en pie.
Desde CNT queremos recuperar el carácter social y reivindicativo del 23 de Abril, volver a dar un contenido político y sindical a esta fecha ya que consideramos que está perdiendo buena parte de sus valores iniciales. Han sido invitadas numerosas distribuidoras libertarias afines para que divulguen el pensamiento y la cultura de los trabajadores, están en su casa. También apostamos por el fomento de la música tradicional, que tendrá un importante espacio en nuestra carpa, ya que pensamos que es una forma de fomentar de una manera gratuita la cultura popular.
Por último, queremos invitar a participar a todos los trabajadores en las manifestaciones del primero de Mayo, fecha histórica para el conjunto de la clase obrera. Hoy más que nunca, tenemos que recuperar la conciencia pérdida y las justas reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras para conseguir ese mundo de verdadera justicia social, justicia por la que este sindicato lleva luchando más de un siglo.
Viva la lucha de los trabajadores, viva el primero de Mayo y viva Villalar.
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