CNT Valladolid se incorpora a la marea feminista con una concentración en Plaza de la Danza, junto a Vadillos, a las 20 horas.
Desde CNT sabemos que es necesario trabajar en múltiples frentes para acabar con las trabas que tanto el patriarcado como el capitalismo ponen a las mujeres en el acceso al empleo y a la promoción profesional. Obtener un empleo en condiciones de igualdad y terminar definitivamente con la brecha salarial, asegurando al mismo tiempo la conciliación y la salud laboral, es todo un reto que estamos dispuestas a encarar desde el sindicalismo libertario.
Como sindicato de clase sabemos que la igualdad debe pelearse con especial ahínco en el mundo laboral, pues el trabajo asalariado es fundamental para lograr la autonomía e independencia que tanto nos cuesta obtener a las mujeres de la clase trabajadora. Y ese trabajo remunerado ha de ser digno y adecuadamente retribuido, sin que la condición de mujer -cis o trans-suponga un incremento de la explotación o dé pie a discriminaciones y al empeoramiento de las condiciones laborales por cuestión de sexo o país de procedencia.
Especial atención sindical requieren el trabajo doméstico y el trabajo en el campo, pues ambos se nutren fundamentalmente de mano de obra femenina y migrante. Están hoy por hoy atravesados por la desigualdad más descarnada y cargados de abusos hacia las mujeres.
¡La organización sindical es imprescindible!
Recientemente hemos visto que ni el Estado ni el sistema de explotación que padecemos está dispuesto a dispensar un trato igualitario a las mujeres ni siquiera dentro del mismo sector laboral. Es el caso reciente de las trabajadoras de limpieza en los centros hospitalarios, que si trabajan en régimen de subcontratación se las niega el reconocimiento del COVID-19 como enfermedad profesional. Pero ¿Cuántas limpiadoras forman parte de las plantillas de hospitales y centros de salud? ¿Estos servicios no están todos subcontratados?¿Cuántas trabajadoras se van a beneficiar de ese reconocimiento?
Con la pandemia ha quedado bien claro que las actividades y trabajos peor remunerados y realizados mayormente por mujeres son imprescindibles para nuestra vida y salud. Cuidar y limpiar alejan la enfermedad, son vitales para la vida y están llenos de “malpagás” precarizadas, a media jornada o con horarios imposibles.
Aquí en Valladolid, empresas de limpieza como ‘Española de Servicios’ se lucran con estas prácticas, y confían en evitar las sentencias judiciales que castigan sus abusos aprovechando el colapso de los tribunales. ¿Dónde están las prioridades del Estado, si abusos como el de esta empresa pueden permanecer impunes? Otro ejemplo nos lo da la Casa de Beneficencia, residencia para personas mayores, donde quienes allí trabajan son en su mayoría mujeres. Allí se está tratando de hacer frente a falta de EPIs, a procurar condiciones lo más dignas posibles a las residentes, así como conservar derechos que la empresa, en estos tiempos, quiere recortar. Las prioridades del sindicato sí las tenemos claras y éstas pasan por anteponer las necesidades de las personas a las del capital.
El capitalismo nunca cedió nada voluntariamente. Y el patriarcado tampoco lo hará. Los derechos que tenemos como clase trabajadora los logramos gracias a las luchas obreras, en las que las mujeres siempre hemos participado activamente, como la historia nos enseña. Y el patriarcado muestra aún si cabe una mayor resistencia, pues se manifiesta bajo cualquier sistema económico, desde la antigüedad atraviesa la sociedad y la emponzoña con sus misivas, sustentándose siempre sobre el establecimiento de jerarquías y la justificación de la desigualdad para ejercer la dominación.
Cada avance en conciliación de vida laboral y profesional que logramos es un paso atrás para el patriarcado. Estos logros son básicos para avanzar en igualdad e ir arrinconándole.
Pueden reclamarse legislaciones que promuevan y faciliten nuestras reivindicaciones pero sabemos que es en la negociación colectiva y la lucha sindical donde, como clase obrera organizada, tenemos que obtener las victorias que nos encaminen a la igualdad.
Ni el patriarcado ni el capital cederán nada si igualmente no lo doblegamos con nuestra lucha de clase. El control sindical se alza así como una herramienta fundamental para vigilar y hacer cumplir los logros conseguidos mediante la negociación colectiva y velar para que las leyes que benefician a la clase trabajadora se apliquen y continuar avanzando por la igualdad.
Esta guerra implica a todas las personas con independencia de su sexo y/o género. En CNT tenemos claro que sólo así será posible seguir avanzando en justicia social e igualdad.
¡Malpagá organizada, patronal acorralada!
¡Mujeres! ¡Derecho conquistado, Patriarcado derrotado!
No lo dudes, organízate y defiende tus derechos
#CuentaConCNT
Consulta nuestra Tabla Reivindicativa en: www.cntvalladolid.es/tabla-reivindicativa-de-cnt-para-el-avance-en-igualdad-y-derechos/